A pesar de que se trata de su primera muestra, a Palito Harvey se lo nota distendido entre presentaciones y halagos. Reconocido en el medio por sus dibujos para las campañas publicitarias de Dufour, Dulce Carola, Fargo y Puma, por citar algunas, Harvey se lanza con Vida, su primera exposición de acrílicos.
Afinó el lápiz trabajando en publicidad desde los 16 años y parafrasea a Pablo Picasso cuando dice: “Siempre tuve suerte, pero ella siempre me encontró trabajando”. Porteño, nacido en el pasaje Bollini, pinta imágenes cotidianas, “fácilmente reconocibles, los detalles de lo que vemos todos los días”.
No del todo feliz con el rótulo de dibujante publicitario que le adjudican por sus trabajos anteriores, Harvey sacude los hombros y afirma: “En el Palais de Glace vi una exposición de Velázquez al lado de una de Hugo Pratt, acá es muy difícil salir de la categoría de dibujante. No es algo de lo que reniegue, pero te encasillan como un artista de tercera”. Fue con un recurso que admite como
bastante “marketinero” que accedió a una de las salas del Museo de Arte Contemporáneo. “No por ser un dibujante conocido llegué a exponer. Me pareció una buena idea hacer un video mostrando mis obras, filmado en mi estudio, editado con música de Irma Constanzo. Al director del Museo le gustó
y acá estamos.”
Tonos amarillos para una escalera en la que alguien perdió un par de zapatos, un desagüe que puede ser el de cualquier esquina, sombras sobre una puerta de madera bajo el sol del mediodía… Trazos acertados para definir rincones donde no está el hombre pero donde se intuye su paso. “Lo mío es realismo; para ser hiperrealista le falta una vuelta más, siempre dejo que se vea la mancha”, advierte Harvey.
“Yo soy un obrerito que se levanta a la mañana y pinta, pinta”, define. El ilustrador que da paso al pintor destaca que “es un proceso, una transformación. Lo importante es ver el trabajo que hay detrás de todo esto”, y con gesto amplio abarca las paredes del Museo de Arte Contemporáneo
donde cuelgan sus telas por primera vez.