La indignación la pone de manifiesto Ian King en The Times recordando que la medida rompe con un entendimiento tácito entre los bancos y sus clientes que consistía en que, siempre que uno tenga crédito, las operaciones son gratuitas.
Claro que las operaciones bancarias nunca fueron ni serán gratuitas. En Inglaterra tampoco, pero para nosotros los argentinos será mejor no comparar los costos en uno y otro país. Los ingleses pagan muy poco interés por sus servicios bancarios , por eso los bancos miran con desagrado la decisión del Banco de Inglaterra de bajar la tasa a 0,5%.
Con las tasas de interés a nivel bajísimo durante los últimos años sus márgenes de interés neto se han reducido notablemente, o sea la diferencia entre lo que pagan a quienes toman préstamos y lo que pagan a los depositantes. Cobrar por las extracciones en cajeros automáticos ayudaría a compensar esa pérdida.
De manera que una compensación que los reguladores contemplan ofrecer a los bancos a cambio de no cobrar por los retiros en cajeros es abolir el uso del cheque.
Esa idea fue propuesta por primera vez en 2009 y abandonada en 2011 por protestas de jubilados y asociaciones de bien público. Pero el hecho es que el uso del cheque disminuye año a año. El costo de producción de un cheque en papel es alto y se habla también de usar la imagen digital del cheque en lugar de distribuirlos físicamente por todo el país.
Hay muchos países donde el cheque ha dejado de existir. En Finlandia d esapareció hace 23 años. En Bélgica hace 20 años. Se los usa poco en Alemania, Austria o Suiza y a principios de este año Dinamarca los abolió.
La próxima podría ser Gran Bretaña. Y nosotros probablemente nos pondremos en la cola.
