De tanto mirar las huellas que dejan en el pavimento del camino del Buen Ayre los camiones que llegan desde Brasil cargados de heladeras, a los ejecutivos de McLean se les dibujó en la mente la silueta de una planta para producir dentro de las fronteras las marcas Patrick y Saccol que comercializa.
Imaginaron una fábrica de 36 mil metros cuadrados, que ocupa 12 manzanas, para discutir con Fribe-Columbia, Wirlpool Argentina y Aurora (entre las 17 firmas que se reparten US$ 350 millones que facturó el sector en 1992) la hegemonía de un mercado de 750 mil aparatos por año, antes que
acomplejarse por los 100 mil que horadan la mano de vuelta en la ruta a Paso de los Libres e invirtieron US$ 20 millones para erigir el cuartel general en Haedo.
Por el ojo de la cerradura del paquete que se ató con Patrick-Saccol es posible atisbar qué nos depararán las heladeras en 1993. “Aspiramos a duplicar la producción en cuanto se ponga en funcionamiento el proyecto, lo cual nos llevará a ocupar 40% del mercado y, en consecuencia, a liderarlo”, afirma Andrés Sciaroni, de McLean.
Si también Whirlpool planea expandirse y conquistar el Mercosur mediante su asociación con la brasileña Brasmotor, ¿en qué plano se dará la competencia? “Tenemos la chapa más cara en manos del monopolio Techint y el plástico y mano de obra más caros, pero se pretende que compitamos con un país como Brasil, cuyo salario promedio es de US$ 70 mensuales”, dice Sciaroni. Su colega de Aurora, Pedro Waisman, da otra pista en esa dirección: “Si queremos tener un país del Primer Mundo debemos tener aduanas primermundistas también”.
La apuesta de Patrick-Saccol, Aurora, Fribe y hasta Tívoli o Coventry por reforzar su presencia adentro de la frontera se expresa en la campaña publicitaria de la Cámara de Artefactos para el Hogar, que previene sobre la calidad y garantía de los electrodomésticos importados. Whirlpool (que trajo de
afuera 40% de las heladeras vendidas el año pasado) hace combinaciones para competir con un menú mixto.
El desgaste de la ruta en la mano que viene de Brasil y el peso en contra de la balanza comercial se enarbolan como las cartas triunfadoras de los fabricantes de heladeras que redoblaron la postura de este lado de la frontera.
Informe: Gabriel Macaggi
El auto de los sueños.
Para saber cuán satisfechos están los automovilistas con los 16 modelos de vehículos nacionales que se vieron hasta octubre por las calles, el estudio Prince & Cooke desarrolló un índice basado en encuestas que señala al VW Gol con el mejor promedio, seguido por el Renault 21, el Sierra, el Escort y el Duna.
Por aspecto, la calificación favorece al Fiat Spazio, al Duna, VW Gol, Peugeot 504 y Renault 12, en ese orden, mientras que por confort interior el favorecido es el Renault 21, seguido por el Peugeot 505 y el Sierra.
En cambio, Peugeot encabezó la calificación por marca, con Ford y Renault como escoltas. Por aspecto Fiat resultó la preferida, mientras que Ford se recortó como la más segura y técnicamente confiable. En andar, confort interior y lealtad de usuarios, Peugeot se destacó con nitidez. Volkswagen gozó de la mejor reputación por precio.