Un forastero en el clan

    Suele decirse que el sector de la alta tecnología es

    endogámico; que se parece a una gran familia cuyos miembros

    están invariablemente emparentados por pasados laborales

    comunes; que sus ejecutivos son permanentemente tentados por empresas

    rivales y que, en definitiva, no hacen más que rotar de una

    posición a otra, seducidos por la inflación que genera

    la demanda insatisfecha de recursos humanos.

    Sin embargo, los muros que rodean a la comunidad

    informática parecieron derrumbarse a mediados del año

    pasado, cuando un hombre de Lever asumió la dirección

    de la filial local de Compaq, primer fabricante mundial de

    computadoras.

    El nombramiento no sólo fue una novedad para los head

    hunters sino que, ante todo, reflejó el nuevo rumbo de los

    negocios para la industria.

    El ejecutivo elegido por el gigante con base en Houston fue

    Eduardo de Lázzari, por entonces director de ventas de Lever.

    “La política internacional de la firma es mezclar gente.

    Quizá mi caso, el de alguien proveniente de una industria

    parada en el otro extremo, no sea el más frecuente, pero

    está claro que Compaq no quiere limitarse exclusivamente a

    ejecutivos del sector. Así logra sumar a la

    organización visiones distintas, expertise y best practices

    diferentes”, explica.

    La misión encargada al nuevo gerente consistía en

    ampliar la estructura interna, agregar canales para los productos de

    consumo masivo, atacar con más agresividad el mercado

    empresario y crear divisiones que no existían, como la de

    marketing.

    Desde su arribo a la compañía, el staff de Compaq

    creció 40% y su participación en el mercado de PC

    pasó de 11 a 14%, lo que le permitió asegurarse el

    liderazgo durante cinco trimestres seguidos.

    “Más que un hombre del mercado de consumo masivo, lo que

    Compaq quería era un gerente general, es decir, quería

    management antes que conocimiento de la industria. La empresa

    está casi obligada a hacer esto, porque su velocidad de

    crecimiento no le permite aún formar cuadros de sucesores”,

    explica de Lázzari, renuente a ser calificado como un

    “ejecutivo de productos masivos”. Sobre todo, dice, porque desde la

    fusión con Digital el mercado de las PC no será el core

    business de la empresa.

     

    El gran salto

    Dejar la dirección de ventas de Lever, que factura US$ 500

    millones al año, quita más de una noche de

    sueño. Sobre todo en medio de un proceso de crecimiento que

    llevó el market share de 70 a 80%.

    Pero ese mismo “dominio enorme”, según lo describe de

    Lázzari, puede amortiguar las motivaciones. “No digo que fuera

    aburrido, porque en la empresa hay pasión por ser los

    primeros, pero sí me pareció que entrar a Compaq

    traería nuevos retos. Para una persona a la que le gusta

    medirse, era muy grande el desafío de ir a la cabeza de una

    organización en un mercado tan competitivo.”

    Además de la adrenalina, había otros datos que no le

    resultaron indiferentes a de Lázzari. Viendo los

    números de Compaq en Houston había entendido que se

    sumaría a una empresa pronta a participar de la fiebre de

    fusiones y adquisiciones. “Su posición de cash hacía

    pensar que iba a pasar algo”, dice. Lo que pasó fue primero la

    compra de Tandem y más tarde la de Digital, por la que

    pagó US$ 9.600 millones.

    De Lázzari estaba de vuelta en el sector de la

    tecnología. “Volví, aunque de otra forma”, explica. El

    círculo había comenzado en 1985 cuando, apenas graduado

    como ingeniero industrial, ingresó en calidad de becario en

    Te-Ing, la constructora del grupo Techint. “Hacía trabajos muy

    básicos de data entry y alguna programación menor”,

    recuerda. Seis meses más tarde, con un pase a Planeamiento

    Financiero, ya estaría fuera del área de sistemas.

    Recalaría luego en las gerencias de producto de Aceites

    Comestibles y Margarinas de Molinos hasta desembarcar, a comienzos de

    la década, en Unilever.

    Allí ingresaría a una de las escuelas de management

    más poderosas del país. ¿Qué tiene Lever

    para haber sembrado el mercado de ejecutivos? “Ante todo

    &endash;responde de Lázzari&endash; una estructura de recursos

    humanos que trabaja muchísimo. También dinero

    suficiente para respaldar todas sus iniciativas. En Lever las ideas

    no se censuran, si a alguien se le ocurre algo, seguro que otro lo va

    a apoyar y traerá el especialista que se necesite, donde

    quiera que esté. Y se trabaja con autonomía, porque con

    tantos proyectos en marcha, la cabeza no puede supervisar todo.”

    De Lázzari confía en instaurar en Compaq el mismo

    énfasis en el entrenamiento. “Vamos a centrarnos en la gente,

    en capacitarla, en darle una carrera, en proporcionarle un ambiente

    de libertad en el que puedan surgir nuevas ideas”, se entusiasma.

    Diego Ardiaca

     

    Los números de Compaq

    Inicio de las operaciones en la Argentina: mayo de 1990

    Ventas en el último ejercicio: US$ 78 millones

    Ventas por producto: 25% son PC de hogar, 45% comerciales y 30%

    servidores y conectividad.

    Participación en el mercado de PC: 14%

    Cantidad de empleados: 78

    Ventas mundiales en 1997: US$ 24.600 millones

     

    Baqueano en el mercado

    El mercado de las computadoras personales sin marca creció

    en la Argentina como un negocio sin frenos a la vista: aún

    hoy, 53% de los aproximadamente 430.000 equipos que se venden al

    año son clones.

    De Lázzari reconoce que en todos los sectores existen

    segmentos de bajo precio; pero lo que no resulta frecuente es que

    estos productos alcancen semejante participación y que, tal

    vez por su condición de verdaderos masivos, resulten

    imbatibles.

    “Creo que en la base se esconde un error nuestro, ya que cuando la

    comunicación se orienta hacia los megas o la velocidad y el

    negocio se vuelven una lucha de números, no sólo todas

    las máquinas se vuelven equiparables sino que se refuerza la

    posición de los clones.”

    La mano de un gerente general formado en el mercado de productos

    masivos, baqueano en desarrollar marcas y estrategias de

    comunicación, ya estuvo presente en la última

    campaña de la empresa, centrada en las aplicaciones del equipo

    y en “reducir la angustia que genera en los compradores sospechar que

    llevan tecnología vieja”.

    Para de Lázzari, las zonas donde crecer son claras:

    hogares, instituciones educativas y el Estado. “Hay distintos

    drivers, Internet por caso, pero estoy seguro de que la

    expansión va a estar totalmente ligada a la educación,

    en la que incluyo a la comunicación.”