Mucho que hacer y en tiempo para que Shanghai sea un centro financiero pleno

Uno de los mayores puertos del mundo aspira a ser una plaza de primera línea hacia 2020. No sin cierta ingenuidad, empezó erigiendo la estatua de un toro idéntica a la de Wall Street, símbolo hoy devaluado. Pero el detalle no arredra a la bolsa de Shanghai (SSE en inglés) ni al alcalde de Huanpu, municipio donde se levanta el bronce.

13 julio, 2010

<p><strong>Cuesti&oacute;n de apertura</strong><br />
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Por supuesto, los analistas occidentales tienen la obsesi&oacute;n de siempre: &iquest;habr&aacute; apertura?&iquest;c&oacute;mo ser&aacute;? Los ortodoxos de Goldman Sachs acaban de sacar el informe Shanghai 2020: CFI de Asia oriental, que no es muy optimista. Quiz&aacute; pensando en sus nexos con Hong Kong, Tokio o Singapur, GS&nbsp; cree m&aacute;s factible &ldquo;un vasto mercado local, no un CF regional o internacional&rdquo;. <br />
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Pero los altos funcionarios municipales no desean que Shanghai sea como Se&uacute;l o Taipei, ciudades vibrantes pero no claves de mercados globales. Recuerdan que este enorme puerto ten&iacute;a ya en el siglo XIX un papel dominante en la econom&iacute;a f&iacute;sica, el comercio con Occidente y el mercado de capitales en el este asi&aacute;tico. Sus objetivos son exactamente opuestos a los de Goldman Sachs.<br />
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A criterio de Booz &amp; Co., para que eso suceda hacen falta dos medidas de Beijing: convertibilidad plena del y&uuml;an y fluido tr&aacute;fico monetario hacia dentro y fuera del pa&iacute;s. Pero China lo ve de otro modo y, en todo caso, no quiere un capitalismo de mercado.<br />
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Fang Xinghai, director de servicios financieros metropolitanos en Shanghai &ndash;o sea la MGFSO)-, se&ntilde;ala: &ldquo;nuestra moneda ser&aacute; global y los extranjeros manejar&aacute;n activos en ella. Pero &iquest;d&oacute;nde se generar&aacute;n? Claro, en un CF local por lo cual la ciudad deber&aacute; promover la salida de activos en y&uuml;an y absorber inversiones externas&rdquo;. <br />
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<strong>Indicios</strong><br />
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En verdad, el gobierno central ha se&ntilde;alado varias veces que busca un y&uuml;an totalmente convertible en t&eacute;rminos de la actual canasta d&oacute;lar-euro-yen, sin empero haber fijado un cronograma. La crisis sist&eacute;mica occidental (2006/09) y su presente secuela europea no facilitan las cosas, aunque los pa&iacute;ses emergentes asi&aacute;ticos no la hayan sufrido como imagina GS.<br />
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Sin embargo, en junio el banco central anunciaba que permitir&aacute; una suave alza del y&uuml;an. Pero no parece tomar en serio a los analistas de Booz, Goldman Sachs y Hong Kong, que imaginan hasta 40% de depreciaci&oacute;n de la moneda china respecto del d&oacute;lar o la triple canasta. En realidad, la expansi&oacute;n del PBI y las tenencias en letras de la tesorer&iacute;a norteamericana apuntan en sentido contrario.<br />
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Por ahora, Beijing permite colocaciones limitadas en plazas locales, mediante el programa de inversiones institucionales (QDIIP, otro galimat&iacute;as poco claro). El mecanismo permitir&aacute; eventualmente a entidades extranjeras emitir o colocar acciones y bonos en Shanghai. &ldquo;Estamos esperando ls primeras listas &ndash;admiten intermediarios occidentales-, pero ignoramos cu&aacute;ndo habr&aacute; noticias concretas. Quiz&aacute;s para fin de a&ntilde;o&rdquo;. Los expertos en general apuestan a papeles l&iacute;deres (&ldquo;red chips&rdquo; los llaman en Hong Kong), emisiones de compa&ntilde;&iacute;as chinas mayores y hasta estrellas como Coca-Cola o algunos bancos privados.<br />
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Los planes oficiales implican un cambio &ldquo;aperturista&rdquo;, que involucra alentar emisiones y colocaciones burs&aacute;tiles tipo ofertas p&uacute;blicas iniciales (OPI). Con el aumento de la confianza en los mercados locales, Shanghai inclusive, probablemente se sientan estimulados a ofrecer &ldquo;red chips&rdquo; existentes en Hong Kong desde los &uacute;ltimos a&ntilde;os 90&nbsp; en forma de cotizaciones dobles. Naturalmente, Goldman Sachs rechaza la variante arguyendo que los mercados de capital chinos son &ldquo;relativamente inmaduros y, en particular, Shanghai muestra una cantidad de brechas operativas y reglamentarias&rdquo;.</p>

<p>En 2009, el consejo de estado &ndash;&oacute;rgano ejecutivo superior en materia de decisiones- aprob&oacute; los planes para convertir a Shanghai en centro financiero internacional (CFI). No obstante, el respaldo pleno del gobierno no ser&aacute; suficiente para el &eacute;xito del intento. En efecto, la infraestructura china en ese plano dista de hallarse a punto. La lentitud de la reforma regulatoria &ndash;especialmente en convertibilidad y propiedades extranjeras- puede frustrar las ambiciones de la ciudad. Pero esta es la visi&oacute;n de su vieja rival, Hong Kong.&nbsp; <br /> <br /> <strong>Adelantos</strong><br /> <br /> Por cierto, ha habido notables progresos. En t&iacute;tulos, instrumentos de renta fija y productos primarios (los segmentos locales que han hecho conocer a Shanghai), el mercado viene creciendo vigorosamente. Seg&uacute;n la Federaci&oacute;n Mundial de Bolsas (WFE), a fin de 2009 la SSE era ya tercera en el planeta, con transacciones anuales por US$ 5.1 billones y la sexta en capitalizaci&oacute;n. Con US$ 2,7 billones.<br /> <br /> En cuanto al mercado de renta fija, a marzo el volumen de bonos en y&uuml;an renmimbi (RMB) acumulaba US$ 2,5 billones, con el gobierno predominando (2,16 billones) v&iacute;a emisiones equivalentes a 3% del &ldquo;stock&rdquo; mundial. As&iacute; indica el Banco Asi&aacute;tico de Desarrollo (BAD). Si bien muy lejos de 40% en d&oacute;lares o 16% en yen, su incremento es prometedor. En 1996, por ejemplo, las emisiones en y&uuml;an no pasaban de US$ 62.000 millones; apenas 0,2% del total global.<br /> <br /> Mientras tanto, de acuerdo con la asociaci&oacute;n de futuros, que supervisa el espinel internacional, el valor de esa gama en China -incluye Shanghai, Dailan y Zhenzhou- a fin de 2009 sumaba cien billones de y&uuml;an, unos US$ 11 billones. En t&eacute;rminos de materias primas transadas v&iacute;a contratos, Shanghai se trata del&nbsp; segundo mercado local y el d&eacute;cimo global. En 2000, era apenas el vig&eacute;simo nono, con s&oacute;lo 4.100.000 contratos.<br /> <br /> Este proceso contin&uacute;a, especialmente porque la econom&iacute;a china mantiene el ritmo del producto bruto interno. &ldquo;Nadie podr&iacute;a ser acusado de euforia desmedida si presume que, en la d&eacute;cada entrante, 2011/20, este pa&iacute;s habr&aacute; cambiado radicalmente y ser&aacute; mucho m&aacute;s poderoso como mercado financiero&rdquo;. As&iacute; se&ntilde;ala Andrew Cainey, director de la consultor&iacute;a Booz &amp; Co. en Shanghai. &ldquo;Este crecimiento redundar&aacute; a favor de devenir un CFI l&iacute;der&rdquo;. <br /> <br /> &nbsp;</p>

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