Los bancos vuelven a abrir sucursales

Los bancos de existencia física – paredes de ladrillo – que casi se habían vuelto mala palabra en la fiesta financiera de los ’90, vuelven a abrir puertas y a competir por los depósitos de los usuarios. La ola es un fenómeno estadounidense.

5 octubre, 2003

Bank of America acaba de anunciar planes de abrir 550 sucursales en tres años. JP Morgan Chase sumará 100 nuevas en los próximos cinco años. En agosto Washington Mutual (séptimo banco estadounidense por tamaño ) abrió nuevos “negocios” (como llama ahora a sus filiales) a razón de uno cada 15 horas.

¿Qué está pasando? Lo que ocurre es que los depósitos están aumentando y ellos son la manera más fácil de financiamiento que tienen los bancos. De manera que ahora las instituciones financieras compiten por depositantes pero lo hacen de forma novedosa con respecto a años anteriores. Tradicionalmente los bancos basaban sus estrategias en la regla 80-20, esa idea según la cual las ganancias provienen de 20% de los clientes. Eso dio lugar políticas mezquinas con las que los bancos ahuyentaban a determinados clientes con altas tarifas o servicio limitado.

Ahora, por el contrario, parecería que nace un nuevo tipo de banco especialista que intenta implantar una táctica nueva: ser buenos con “toda” la gente. Para atraer depósitos algunos atienden más horas por día, otros los fines de semana, y otros más no cobran los cheques.

Todo esto provoca, en los observadores más fríos, cierta preocupación. Primero porque está por verse si esta actitud más simpática de los bancos va a resultar en más rentabilidad. Por ahora, estudios realizados por el First Manhattan Consulting Group revelan que más de la mitad de las nuevas sucursales bancarias no generan el suficiente retorno sobre la inversión.

Bank of America acaba de anunciar planes de abrir 550 sucursales en tres años. JP Morgan Chase sumará 100 nuevas en los próximos cinco años. En agosto Washington Mutual (séptimo banco estadounidense por tamaño ) abrió nuevos “negocios” (como llama ahora a sus filiales) a razón de uno cada 15 horas.

¿Qué está pasando? Lo que ocurre es que los depósitos están aumentando y ellos son la manera más fácil de financiamiento que tienen los bancos. De manera que ahora las instituciones financieras compiten por depositantes pero lo hacen de forma novedosa con respecto a años anteriores. Tradicionalmente los bancos basaban sus estrategias en la regla 80-20, esa idea según la cual las ganancias provienen de 20% de los clientes. Eso dio lugar políticas mezquinas con las que los bancos ahuyentaban a determinados clientes con altas tarifas o servicio limitado.

Ahora, por el contrario, parecería que nace un nuevo tipo de banco especialista que intenta implantar una táctica nueva: ser buenos con “toda” la gente. Para atraer depósitos algunos atienden más horas por día, otros los fines de semana, y otros más no cobran los cheques.

Todo esto provoca, en los observadores más fríos, cierta preocupación. Primero porque está por verse si esta actitud más simpática de los bancos va a resultar en más rentabilidad. Por ahora, estudios realizados por el First Manhattan Consulting Group revelan que más de la mitad de las nuevas sucursales bancarias no generan el suficiente retorno sobre la inversión.

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