Julian Allwood, profesor de ingeniería y medio ambiente y miembro del equipo de investigadores, cree que las experiencias anteriores en aviación sugieren que las ambiciosas metas propuestas son poco realistas. Se refiere en especial al anuncia hecho por la aviación británica recientemente según el cual para 2050 reducirá a cero sus emisiones mientras simultáneamente crecerá 70% con los futuros aviones eléctricos .
El informe Absolute Zero, que compila investigaciones realizadas en seis universidades británicas, explica que la aviación tiene tres formas de lograr emisión cero de carbono para 2050: inventar nuevos aviones eléctricos, cambiar los combustibles de los aviones existentes o sacar las emisiones de la atmósfera.
Los aviones eléctricos ya están volando. El Solar Impulse 2, equipado con células solares, ya transportó a una persona alrededor del mundo, pero hay mucha dificultad para llevar su fabricación a escala por el lento progreso en tecnología fotovoltaica.
Los combustibles alternativos, como el hidrógeno o el kerosén sintético, sólo producen vuelos con cero emisiones si su producción es realizada con energía renovable. En este momento, las fuentes verdes sólo proveen 15% del consumo primario de energía mundial. En los próximos 30 años, a medida que se vayan electrificando los vehículos terrestres, la calefacción y la industria no va a alcanzar la energía limpia para el combustible de la aviación.
Finalmente, ya hay tecnología para las emisiones negativas. Hace falta más energía para recapturar el dióxido de carbono de la atmósfera del que se generó para liberarla. Usar electricidad renovable para alimentar la captura de carbono en lugar de desplazar los combustibles fósiles no genera una reducción neta.
Esto les lleva a concluir que el compromiso de lograr aviación de cero emisiones significa contraer el compromiso de que haya cero aviación.