América Latina fue testigo de eventos climáticos extremos en 2024, que se han extendido hasta principios de 2025. El fenómeno de las temperaturas extremas, llamado burbuja de calor, ha azotado a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, con olas de calor que superan los 40ºC y que se han convertido en rutina en la región. Por no hablar de los incendios forestales en Chile, la crisis hídrica en Colombia y los terremotos en México en 2024. Todo esto ha convertido al calentamiento global en la principal preocupación de los latinoamericanos en materia de sostenibilidad, superando, por primera vez, la cuestión del agua en la región.
Según el estudio Sustentar para Ganar 2024, elaborado por la división Worldpanel de Kantar, la preocupación por el clima creció 3 puntos porcentuales entre 2023 y 2024, del 13% al 16%, y fue notoriamente mayor en Brasil y Argentina, con aumentos del 173% y el 122%, respectivamente. Más que afectar al planeta, el 24% de los habitantes de la región ya entiende la urgencia del problema y, por ello, afirman que las condiciones ambientales impactan negativamente en su salud física y mental.
Sin embargo, cuando pensamos en un comportamiento de compra sostenible, existen barreras. “Vemos cada vez más latinoamericanos declarando que es muy difícil actuar de manera sustentable en nuestra región por cuestiones sociales o económicas. En 2024 notamos un salto de 8 puntos porcentuales, alcanzando un 22% de la población que está de acuerdo con esta afirmación”, señala Kesley Gomes, directora de PanelVoice Latam, de la división Worldpanel de Kantar.
A pesar de las circunstancias, las personas de Latinoamérica están tratando de hacer todo lo posible para reducir los impactos ambientales en la vida cotidiana, con prácticas simples como usar bolsas de compras reutilizables (70% de los encuestados) y preferir los envases de papel para el 47%. Además, un número creciente de consumidores ha evitado comprar productos de plástico, pasando del 29% en 2023 al 36% en 2024.
La encuesta señala que los problemas climáticos pueden haber impulsado perfiles de consumidores más comprometidos. Los llamados Eco-Activos -compradores que se preocupan mucho por la sostenibilidad y están tomando las medidas necesarias para reducir los residuos- ya representan 1/3 de la población en América Latina y gastan alrededor de US$ 17.000 millones en compras de bienes no duraderos. “El medio ambiente y las condiciones de vida de la población influyen invariablemente en el consumo. En este contexto, es fundamental entender que los compradores conscientes hace tiempo que dejaron de ser un nicho. Las marcas, por lo tanto, deben ver la sostenibilidad como una inversión, ofreciendo productos que apunten a la calidad, la salud y el sabor, para ganarse la confianza de este público exigente“, concluye la experta.