El papel de Paul Krugman como fiscal de George W. Bush, sus políticas económicas o financieras y Wall Street superan de lejos la relevancia de sus tesis doctorales de juventud. No es por ellas que ha llamado la atención del senador por Illinois, Barack Obama, candidato presidencial demócrata.
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<p>A partir del caso Enron (diciembre de 2001), el economista –no es econometrista ni analista, como tantos que usan el título- no tuvo dudas. “Éste fue un experimento cuyo fin era, en esencia, ignorar o torcer las reglas contables, típico de Tejas”, señaló- Más tarde, en septiembre de 2003, advertía: “el tejido económico norteamericano parece desfasarse otra vez. En este caso, por falla de liderazgo político”, afirmó meses después de la invasión de Irak con pretextos equívocos y mala inteligencia. </p>
<p>“Esta guerra va a costarnos mucho más de lo imaginable”. El pronóstico, curiosamente, contrasta con el actual silencio político –campaña electoral inclusive- alrededor de Irak y algo peor, Afganistán-Pakistán. </p>
<p>En febrero de 2004, Krugman se fijó en un problema social. “La asistencia médica, cuyo promedio es igual o superior al resto del mundo avanzado, ofrece a la población de menores recursos (43 millones) malas prestaciones, inseguridad y altos costos”, denunció. En realidad, la mayoría de países desarrollados brinda asistencia de mejor calidad y menor costo pues, en EE.UU., salud y educación son negocios privados. </p>
<p>En marzo de 2007, esta Casandra fue por demás clara. Aludiendo a la burbuja inmobiliaria iniciada en 2001, anunció: “La acumulación de deudas hipotecarias de mala calidad desencadenará una cadena de bancarrotas en cuanto aflojen los precios”. Así ocurrió desde agosto siguiente. Yendo a un plano macroeconómico poco simpático para Bush y su gente, hace justo un año explicaba: “Desde 1979 a 2005 (veintiséis años), los ingresos reales de la familia tipo en este país crecieron apenas 13%. Pero los del estamento más rico (1%) lo hicieron en 296%. A ese grupo se han orientado los reembolsos impositivos de Bush”. Ahora, igual ocurre con el rescate nominal más grade de la historia. </p>
Paul Krugman: al fin Nobel, pero por méritos de hace casi 30 años
Los académicos escandinavos regalaron premios a matemáticos que acababan de crear derivativos letales. Pero a este crítico sistémico de la era Bush se lo dan por una teoría sobre comercio internacional que data de 1979, cuanto tenía 26 años.