El Soberbio, ubicado a 250 kilómetros de Posadas, en el límite con Brasil, está considerado uno de los parajes más bellos de Misiones. Este rincón es conocido como la Capital Nacional de la Esencia, gracias a una serie de cultivos íntimamente asociados a la industria de las fragancias, los perfumes y los aromas para embellecer ambientes. Allí, entre los saltos, las sierras y la voluptuosidad de la selva, creció Valeria Henn, fundadora y socia gerente de BE-E, una plataforma de e-commerce que ofrece fragancias concentradas de calidad a emprendedores de todo el país, la única en la Argentina que, en ese segmento y por ese canal, cuenta con fabricación, marca y packaging propios.
Valeria pasó su infancia rodeada del perfume de las orquídeas y arropada por los aromas de plantas aromáticas que, como la citronela, fueron el corazón del trabajo de su padre y del negocio familiar. Hugo Henn empezó, primero, con un negocio de compra y venta de esencias (citronela, lemongrass y menta) a principios de la década del 70, desde donde llegó a exportar esos productos a Estados Unidos y Europa.
Unos años después instaló su fábrica en El Soberbio: importaba trementina desde Brasil y con esa materia prima fabricaba aceite de pino y sus derivados, una parte para comercializar en el mercado local y la otra se exportaba. Trabajaba en equipo con la mamá de Valeria, Neusa Nitsche, quien llevaba la administración del negocio.
En palabras de su fundadora, la plataforma permite a cualquier persona recibir en su hogar fragancias concentradas de calidad. “BE-E es un facilitador porque a través de una web, con un clic, las podés tener en tu casa”, acota.
Detrás de BE-E está Citratus, fundada por los hermanos mayores de Valeria, Gustavo Henn y Hugo Henn, quienes para continuar la tradición familiar crearon una empresa que hoy ostenta más de 20 años de experiencia en la fabricación y comercialización industrial de composiciones aromáticas con fórmulas propias, con una planta y laboratorio propios, ubicados en el partido de Malvinas Argentinas, provincia de Buenos Aires.
En este contexto, BE-E marca el punto de encuentro entre la excelencia industrial y el sector retail. El enfoque está en los emprendedores que desean materializar sus ideas, pero no pueden acceder a grandes cantidades y requieren apoyo para dar sus primeros pasos.
Mes a mes, la plataforma lanza fragancias nuevas, y su catálogo alberga una variedad de tres mil. Estas esencias tienen aplicaciones versátiles: velas, difusores, hornito, humidificador, limpiador de piso, suavizante, jabón, jabón líquido para ropa, crema, body splash, shampoo, acondicionador, difusor de origen, spray textil, sahumerios.
Esta diversidad refleja la versatilidad del mundo de los aromas. Desde fragancias cítricas y frescas hasta aromas cálidos y acogedores. Cada esencia cuenta una historia única. “Nuestras fragancias pueden transformar un espacio, crear una atmósfera relajante o agregar un toque personalizado a los productos artesanales”, subraya Henn, quien también es licenciada en comercialización, con estudios en Boston, Estados Unidos.
Las métricas del ecommerce respaldan su impacto. Con una facturación promedio de 23 mil dólares en los últimos tres meses y la venta mensual de aproximadamente 2,000 frascos de esencia, BE-E está consolidando su presencia en el mercado.
El contexto global desafía a seguir creciendo. Se sabe que luego de la pandemia de COVID-19, el tamaño del mercado global de perfumes y esencias experimentó una notable expansión. Un informe de GlobeNewswire estimó para este mercado un valor de u$s 31,760 millones en 2022 y pronosticó un tamaño reajustado de u$s 42,080 millones para 2028.
BE-E trascendió fronteras y emprendió su camino en México. Basado en la instalación, también en ese país, de una planta de Citratus, hoy venden en tierra azteca casi 4.000 kilos de fragancias mensuales. En su horizonte, Valeria visualiza un camino que podría llevarlos a otros países de la región.
Sin embargo, la trascendencia de la marca va más allá de su oferta y de los éxitos comerciales de la iniciativa: “Uno de los aspectos esenciales de nuestra propuesta de valor surge de la comprensión de que vender una materia prima o un producto que se va a aplicar en otro conlleva la responsabilidad de explicar su correcto uso”.
Con este enfoque, BE-E construyó algo más que un buen servicio de post venta y una sólida base de apoyo y educación para sus clientes. Inicialmente, la plataforma comenzó a ofrecer tutoriales y videos que detallan el uso de sus productos. Desde la elaboración de velas hasta una variedad de aplicaciones, cada tutorial aseguraba que los clientes aprovecharan al máximo sus fragancias. A medida que la comunidad crecía, BE-E descubrió que una gran mayoría, el 80% de sus clientes, eran emprendedores y microemprendedores. Esta revelación llevó a la formación de una comunidad por WhatsApp, donde los clientes interactúan de manera activa y colaborativa; también comparten experiencias, consejos y recomendaciones sobre proveedores. “En cada botella de esencia, en cada tutorial compartido y en cada emprendedor que se nos une, se encuentra nuestra esencia”, afirma.
Este enfoque centrado en el cliente se refleja en las estrategias comerciales de la marca. La plataforma comenzó a ofrecer paquetes de ventas al por mayor con descuentos, satisfaciendo las necesidades de aquellos que buscan lanzar sus propias líneas aromáticas para su red de emprendedores aromáticos.
Con la mirada puesta en el futuro, Valeria también sueña con abrir una tienda física en Buenos Aires, una visión que refleja su deseo de crear un espacio donde los clientes puedan sumergirse en el mundo de las fragancias. La posibilidad de oler, tocar y experimentar las esencias en persona añadiría una dimensión sensorial a la experiencia de BE-E, elevando aún más la conexión entre la marca y sus seguidores.
“Estamos muy contentos con el éxito de BE-E”, “Estamos logrando nuestro objetivo de ayudar a los emprendedores a iniciar sus negocios, y estamos comprometidos a seguir creciendo y ofreciendo productos de calidad a precios accesibles”, finaliza Valeria.