Japón: la economía se recobra a mayor velocidad

Inesperadamente, el producto bruto interno nipón marcó un ritmo anual de 6,1%, de acuerdo con cifras definitivas basadas en el primer trimestre calendario. Esto no había sucedido en catorce años y supera el 4,2% de Estados Unidos.

10 junio, 2004

¿Cómo se enteraron los mercados, cuando aún no había salido el informe oficial? Simple: al abrirse la reciente reunión del G-8 (el G-7 más Rusia), George W.Bush felicitó públicamente al primer ministro Junichiro Koizumi “por su éxito económico”. Casi al mismo tiempo, ese 6,1% llegaba a oídos de Beijing.

Técnicamente, la proyección anualizada corresponde al último trimestre del ejercicio fiscal (va de abril a marzo). Además, el PB industrial pegó un salto de 8,5% -ritmo estilo chino- y el desempleo cedió de 5,5 a 4,7%. En este caso, durante los doce meses que van de junio 2003 a mayo último. Dos factores dominan el escenario: las exportaciones –especialmente a Asia oriental y sudoriental, China en particular- y las inversiones del sector privado.

Fiel a viejos hábitos japoneses, empero, el consumo subió apenas 4% anual en enero-marzo. Pero cedió a 1,1% en abril (menos que un año antes). Probablemente, pesó en forma muy negativa el nuevo impuesto de 5% sobre ventas minoristas. Esto tiene un efecto explicable: mantener vivo el “síndrome deflacionario”, instalado en el Sol Naciente ya al comenzar la larga recesión de 1991-2002.

Pese a todo, Tokio se suma a una amplia tendencia regional. Según estadísticas basadas en enero-mayo, el PBI surcoreano crece a razón de 5,6% anual, el indio marca 8% y el malayo 7,6%, igual que el vietnamita. Por su parte, China calcula alrededor de 8,3%.

Entretanto, la “locomotora” norteamericana oscila entre la estimación de 4,2% anual basada en el primer trimestre al 5% calculado tomando sólo marzo. La Unión Europea dista de haberse puesto en marcha y la Eurozona –área de la moneda única- espera apenas 1,3% este año.

¿Cómo se enteraron los mercados, cuando aún no había salido el informe oficial? Simple: al abrirse la reciente reunión del G-8 (el G-7 más Rusia), George W.Bush felicitó públicamente al primer ministro Junichiro Koizumi “por su éxito económico”. Casi al mismo tiempo, ese 6,1% llegaba a oídos de Beijing.

Técnicamente, la proyección anualizada corresponde al último trimestre del ejercicio fiscal (va de abril a marzo). Además, el PB industrial pegó un salto de 8,5% -ritmo estilo chino- y el desempleo cedió de 5,5 a 4,7%. En este caso, durante los doce meses que van de junio 2003 a mayo último. Dos factores dominan el escenario: las exportaciones –especialmente a Asia oriental y sudoriental, China en particular- y las inversiones del sector privado.

Fiel a viejos hábitos japoneses, empero, el consumo subió apenas 4% anual en enero-marzo. Pero cedió a 1,1% en abril (menos que un año antes). Probablemente, pesó en forma muy negativa el nuevo impuesto de 5% sobre ventas minoristas. Esto tiene un efecto explicable: mantener vivo el “síndrome deflacionario”, instalado en el Sol Naciente ya al comenzar la larga recesión de 1991-2002.

Pese a todo, Tokio se suma a una amplia tendencia regional. Según estadísticas basadas en enero-mayo, el PBI surcoreano crece a razón de 5,6% anual, el indio marca 8% y el malayo 7,6%, igual que el vietnamita. Por su parte, China calcula alrededor de 8,3%.

Entretanto, la “locomotora” norteamericana oscila entre la estimación de 4,2% anual basada en el primer trimestre al 5% calculado tomando sólo marzo. La Unión Europea dista de haberse puesto en marcha y la Eurozona –área de la moneda única- espera apenas 1,3% este año.

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