Un francés se anima a innovar en degustación de vinos
Stéphane Girard, graduado en la prestigiosa Bordeaux Wine School, ha lanzado un nuevo concepto en degustación de vinos con idea de hacer más accesible a los no iniciados la comprensión de la vinicultura. Su idea coloca el descubrimiento de la persona en el centro de la experiencia.
5 febrero, 2011
<p><strong>Concepto tres en uno</strong></p><p>Wine by One funciona con máquinas de distribución de la compañía italiana Enomatic. Cada máquina contiene entre seis y ocho botellas y sirve raciones de diferentes tamaños: la “impresión” (3cl), “la tentación (medio vaso) y “la sensación” (vaso lleno). Los clientes cargan dinero en una tarjeta personalizada – la WINEcard – de la que se deduce el precio de cada vaso automáticamente . Dos empleados pueden atender así a todos los clientes del bar. <br /><br />Para guiar aun más el proceso de descubrimiento, cada máquina tiene un WINEpad que brinda información sobre cada botella, incluyendo notas de sommeliers, para que los clientes puedan sintetizar lo que prueban con detalles técnicos. Sin la parcialidad de las recomendaciones de mozos o sommeliers ansiosos por llenar vasos, los clientes pueden examinar la gran variedad de botellas y leer los detalles de cada una en la WINEpad antes de elegir lo que van a tomar. Al limitar la participación del personal, Girard invita a los clientes a experimentar y juzgar los vinos por sí mismos, en lugar de a través de lo que dicen los “expertos”. A diferencia de otras vinerías que cierran al anochecer, WINE by ONE abre desde el mediodía hasta las diez de la noche. Ese horario le da una ventaja competitiva después que otros comercios han cerrado, Además cuando alguien descubre una botella de vino, puede comprar más para llevar a casa, Lo que hace más duradera la conexión entre consumidor y producto. Esa gente es más propensa a volver a WINE by ONE para seguir con su formación vinícola. <br /><br />El último componente en la ecuación de WINE by ONE es su club del vino, una comunidad de miembros con un interés común en descubrir vinos. Sus clientes tienen acceso a catas temáticas con productores y <em>sommeliers </em>además de clases para conocedores de todos los niveles. Por lo general, los clubes de vino son comunidades privadas acordadas a través de instituciones y corporaciones. WINE by ONE, por otro lado, ofrece las ventajas educativas de un club de vino sin tarifas cláusulas de exclusividad. <br />En sus primeros meses, 70% de las ventas provino de vinos por copa, 20% de la venta de botellas y 10% de la venta de comida y otros acompañamientos. <br /> </p>
<p>Aprovechando la ola de popularidad de la tableta iPad, Girard presentó en agosto de 2010 su WINEpad: una tableta desarrollada por WINE by ONE que brinda información educativa sobre vinos. WINE by ONE abrió en mayo cerca de Place Vendôme, un selecto barrio de París cerca del Louvre. En el local, elegantes máquinas Enomatic que sirven vasos de vino al pulsar un botón, forman la columna vertebral del nuevo concepto, un concepto moderno en degustación de vinos para hacer que la comprensión de la<br />
vinicultura sea más accesible colocando el descubrimiento del vino por parte del individuo en el centro de la experiencia.</p>
<p>El negocio va superando los pronósticos de rentabilidad e ingresos, pero necesita más crecimiento y más clientes para que el bar se convierta en un concepto franquiciable. Girard supone que el actual lanzamiento de un esfuerzo masivo de marketing le permitirá continuar superando proyecciones. Los buenos resultados de los primeros meses le permiten pensar que puede animarse a dar el gran salto para crecer, aunque escalar su estrategia no va a ser fácil.</p>
<p><strong>Una larga historia</strong></p>
<p>En la escuela de negocios Wharton, donde hizo su MBA, lo eligieron presidente del más grande club extracurricular: el <em>Wharton Wine Club </em>(WWC). En una de las materias de su MBA, él y un grupo de compañeros crearon un plan de negocios bas{andose en la premisa que la gente no sabe qué vinos le gusta o por qué. Diseñaron un concepto novedoso que comprende un wine bar, una vinería y un club de vino, todo en el mismo lugar. <br />
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Después de graduarse, la cata siguió siendo una parte importante de sus actividades diarias, aun cuando trabajaba como consultor en París, donde creó un club del vino para dar a sus colegas la oportunidad de pasar un buen rato mientras aprendían. A medida que se iba corriendo la voz sobre su club, amigos y contactos profesionales le pedían que abriera grupos similares en sus compañías. Hasta los autoproclamados “conocedores” descubrieron que sabían menos de lo que pensaban sobre sus propios gustos personales, puesto que con frecuencia confiaban en guías como <em>Wine Spectator </em>o un sommelier de restaurant en lugar de su propio paladar. <br />
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Girard sabía también que muchos consumidores franceses no tenían conocimiento de los vinos del mundo debido a la limitada selección, por lo general centrada en Francia , que ofrecían los clubes y las exposiciones. Vio entonces la oportunidad de cambiar la forma en que la gente descubre y compra vino y decidió que la combinación deaquellos tres elementos del concepto que había desarrollado en el club de Wharton – vinería, club y <em>wine bar </em>– podía funcionar en París.</p>
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