No cabe duda: las tecnologías de información y comunicaciones emiten dióxido de carbono. Es más, se calcula que para el año 2020 serán los mayores emisores de gas de invernadero del mundo. Esto incluye laptops, PC, centros de datos, redes de computación, teléfonos celulares y redes de telecomunicaciones.
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<p>Sin embargo, una investigación realizada por MacKinsey sugiere que existen oportunidades para usar esas tecnologías para aumentar la eficiencia energética y del carbono de la economía mundial. Un análisis realizado por cinco grupos descubre que esas tecnologías podrían ayudar a eliminar 7,8 gigatoneladas métricas (una gigatonelada =1.000 millones de toneladas) en las emisiones anuales de gas de invernadero, o el equivalente a 15% de las emisiones globales actuales y cinco veces más que el cálculo de emisiones de esas tecnologías en 2020. </p>
<p>Para calcular el aporte de estas tecnologías – cómo era en 2002 y en 2007 – MacKinsey miró el nivel de emisiones asociado al uso que hacían de la energía y con su fabricación y distribución. </p>
<p>La adopción y uso de ambas tecnologías en China, India y otras economías en desarrollo representará gran parte del crecimiento. Nada más que las emisiones provocadas por la fabricación y uso de las PC se duplicarán en los próximos 15 años, cuando se digitalice la clase media en las economías emergentes. Además, el crecimiento mundial en el uso de teléfonos celulares triplicará la huella de carbono para 2020, en gran medida por el consumo de silicio y metales raros. Pero lo que más va a contribuir a las emisiones será el crecimiento en el número y tamaño de los centros de datos, cuya huella de carbono subirá más de cinco veces entre 2002 y 2020, a medida que las organizaciones en todos los sectores agreguen servidores para hacer frente al aumento de la demanda, aunque tanto empresas como gobiernos intenten ser más eficientes en cuanto a consumo energético. </p>
<p>La buena noticia, dice MacKinsey, es que esas mismas tecnologías contaminantes pueden ayudar a reducir muchas más emisiones de las que generan si estudian todas las oportunidades conocidas para optimizar productividad de energía en cuatro sectores—edificios, energía, transporte y manufactura. Los investigadores calcularon los ahorros de energía y su posibilidad de reducción en cada sector. También analizaron un quinto grupo de oportunidades que cortan transversalmente los sectores: “telecommuting” (o sea el trabajo desde el hogar que suprime la necesidad de viajar todos los días) y otras sustituciones tecnológicas para actividades que generan emisiones. En esas cinco áreas, identificaron reducciones anuales de 7,8 gigatoneladas métricas de emisiones de carbono para 2020. </p>
Generación y reducción de gases de invernadero
La información y las comunicaciones se convertirán en una gran fuente de emisión de gases de invernadero, pero también podrán introducir procesos capaces de hacer ahorros en la emisión muy superiores a la cantidad de gases que generan ellas mismas.