Se acaban de inventar los binoculares con cámara incorporada. Una gran noticia para los avistadores de pájaros, porque no sólo van a poder mostrar lo que ven sino que además podrán sacar fotos o películas digitales para buscar opiniones y comparaciones con sus descubrimientos. Pero además estos híbridos van a interesar a todos los que llevan binoculares a conciertos, ópera o encuentros deportivos.
En cierto sentido, la combinación es lógica. Tan lógica como la radio- reloj o la tostadora que a la vez es horno. Los cuatro modelos que han entregado para revisión los grandes fabricantes de larga-vistas — el Bushnell Instant Replay y Compact Instant Replay, el Celestron VistaPix y el Meade CaptureView CV-4 – cuestan entre US$ 160 y US$ 425.
Todos menos el Celestron pueden filmar mientras se mira y permiten guardar o todo o sólo los últimos segundos, según se prefiera. Esa característica, llamada “Instant Replay” o Flashback, es tan últil que seguramente la van a incorporar las cámaras digitales y camcorders tradicionales.
La resolución de la foto todavía deja bastante que desear. Con semejante magnificación de la imagen, un simple temblor de la cámara arruina la foto. También están ausentes muchas de las características de una cámara digital propiamente dicha. No tienen zoom óptico ni baterías recargables ni flash.
Lo bueno de la idea es que se adecua a la perfección a los tipos de situaciones para las cuales se usan binoculares. Quien espera durante horas para que el topo salga de su agujero, con Instant Replay elimina toda la filmación de la espera y retiene solamente el momento que le interesa. Quien sigue las evoluciones de un hijo en el campo de juego, presiona un botón para retener solamente la parte del gol.
Se acaban de inventar los binoculares con cámara incorporada. Una gran noticia para los avistadores de pájaros, porque no sólo van a poder mostrar lo que ven sino que además podrán sacar fotos o películas digitales para buscar opiniones y comparaciones con sus descubrimientos. Pero además estos híbridos van a interesar a todos los que llevan binoculares a conciertos, ópera o encuentros deportivos.
En cierto sentido, la combinación es lógica. Tan lógica como la radio- reloj o la tostadora que a la vez es horno. Los cuatro modelos que han entregado para revisión los grandes fabricantes de larga-vistas — el Bushnell Instant Replay y Compact Instant Replay, el Celestron VistaPix y el Meade CaptureView CV-4 – cuestan entre US$ 160 y US$ 425.
Todos menos el Celestron pueden filmar mientras se mira y permiten guardar o todo o sólo los últimos segundos, según se prefiera. Esa característica, llamada “Instant Replay” o Flashback, es tan últil que seguramente la van a incorporar las cámaras digitales y camcorders tradicionales.
La resolución de la foto todavía deja bastante que desear. Con semejante magnificación de la imagen, un simple temblor de la cámara arruina la foto. También están ausentes muchas de las características de una cámara digital propiamente dicha. No tienen zoom óptico ni baterías recargables ni flash.
Lo bueno de la idea es que se adecua a la perfección a los tipos de situaciones para las cuales se usan binoculares. Quien espera durante horas para que el topo salga de su agujero, con Instant Replay elimina toda la filmación de la espera y retiene solamente el momento que le interesa. Quien sigue las evoluciones de un hijo en el campo de juego, presiona un botón para retener solamente la parte del gol.