Sigue el alza en productos básicos y alarma el fantasma de la inflación

Los productos primarios tornan a subir. Desde hidrocarburos hasta metales, el alza afecta a bienes e insumos. ¿Qué harán usuarios y consumidores?.

20 abril, 2011

<p>En Occidente, el p&uacute;blico atraves&oacute; una recesi&oacute;n (de 2007 a 2009), luego transformada en alto desempleo, que a&uacute;n golpea a Estados Unidos, Espa&ntilde;a y otras econom&iacute;as. En ese contexto, el aumento de materias primas e insumos invoca el espectro de la inflaci&oacute;n. </p>
<p>El avance de las materias primas refleja tanto factores internacionales cuanto condiciones espec&iacute;ficas en determinados sectores. En la plaza de hidrocarburos, donde el Brent ha rozado US$ 126 el barril y el tejano intermedio pas&oacute; los 111, la guerra civil libia pero &ndash;en realidad- los disturbios en Argelia, Siria o Bahrein y ciertas se&ntilde;ales en la pen&iacute;nsula ar&aacute;biga crean incertidumbres sobre la oferta de crudos. Adem&aacute;s, la cat&aacute;strofe japonesa apunta a picos de desmanda: Tokio es el tercer importador mundial.<br />
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Entretanto, el sector agr&iacute;cola fomenta su propia curva alcista en otros mercados. Por ejemplo, el mal tiempo en China y Pakist&aacute;n reduce la cosecha algodonera. Igual sucede con el trigo (Rusia, Ucrania, Canad&aacute;), el ma&iacute;z o la soja en Estados Unidos. &iquest;Resultado? Valores en alza.<br />
Estos descensos de producci&oacute;n no pod&iacute;an haber llegado en peor momento para econom&iacute;as din&aacute;micas. Particularmente en Asia oriental y meridional, &aacute;vidas de bienes de consumo&nbsp; o uso final, cuya demanda se refleja en rubros e insumos b&aacute;sicos. Presionados desde varias puntas, inversores y especuladores salen a la caza de refugios como el oro.<br />
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Pese a todo, se&ntilde;ala <em>Knowledge@Wharton</em>, no sin optimismo, este aumento de materias primas no parece hoy por hoy tan oneroso como la inflaci&oacute;n de los a&ntilde;os 70. Por ejemplo, la econom&iacute;a estadounidense se halla mejor ubicada para afrontar una disparada del petr&oacute;leo. As&iacute;, la energ&iacute;a empleada para generar un d&oacute;lar en el producto bruto interno es alrededor de la mitad que en 1973/5 o 1979/81 a valores constantes. Ello se debe, en parte, a que esa econom&iacute;a ha ido transfiri&eacute;ndose de la industria a los servicios.<br />
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Aparte, &ldquo;algunas tretas empleadas por el sector privado hace poco m&aacute;s de 35 a&ntilde;os, para capear la borrasca, podr&iacute;an servir en la actualidad&rdquo;, apunta el experto David Reibstein. &ldquo;Por ejemplo, las empresas sol&iacute;an mantener valores nominales, pero reduciendo el contenido de los envases. En general el p&uacute;blico se fija en un alza de precio, no en una baja de volumen&rdquo;, se&ntilde;ala no sin cierto cinismo.<br />
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Siempre en t&eacute;rminos del marketing norteamericano, la industria trata siempre de sostener precios lo m&aacute;s posible. Seg&uacute;n subraya Stephen Hoch (<em>K@W</em>), &ldquo;las empresas tiene miedo de pasar a los minoristas demasiada carga de costos. Temen que la competencia har&aacute; lo mismo y no quieren perder mercado&rdquo;.<br />
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En verdad, la recesi&oacute;n iniciada en 2007 y el desempleo posterior, que no acaba de agotarse, ha disminuido m&aacute;rgenes en la gama de la venta al detalle. Ahora, el auge de productos e insumos primarios dificulta las cosas, pues el comercio trabaja con m&aacute;rgenes m&aacute;s estrechos y el p&uacute;blico se fija de los precios.<br />
Ciertas actividades aplican estrategias de cobertura para eludir costos en aumento. Por ejemplo, las aerol&iacute;neas ahorran en combustible. Sin embargo, sin signos de que la fase alcista de los rubros b&aacute;sicos ceda, una cantidad de compa&ntilde;&iacute;as viene anunciando incrementos de precios. <br />
Hanes, Gap o Abercrombie &amp; Fitch, castigadas por el alza del algod&oacute;n, empiezan a subir valores de su indumentaria. Kellog eleva los de sus cereales, mientras Procter &amp; Gamble o Kraft Foods la emulan e igual hace Whirlpool, afectada por el aumento del acero y el aluminio. <br />
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&ldquo;Sin la menor duda &ndash;opina John Zhang, profesor de marketing en Wharton-, muchas empresas debieran buscar formas de administrar alzas de precios, a fin de no sacar de quicio al comerciante ni, mucho menos, al p&uacute;blico. No es necesario elevar todos los bienes o servicios para todos los clientes. Resulta preferible diferencia por &aacute;rea y capacidad adquisitiva, m&aacute;xime en rubros masivos&rdquo;.<br />
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Sea como fuere, la gente advierte tendencias inflacionarias amplias, pero la Reserva Federal y su presidente, el optimista Benjamin Bernanke, no cree que el alza de materias primas y bienes intermedios los preocupe. Apelan a un argumento nada original: los costos de productos b&aacute;sicos representan apenas una peque&ntilde;a parte de los costos totales. Por otro lado, el desempleo reci&eacute;n aflojaba a 9% en marzo. <br />
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