Paraísos fiscales, un tema crítico que divide a la Eurozona
Alemania planteó la necesidad de normas más severas en materia de plazas extraterritoriales en toda Europa. Pero, amén de Suiza, Liechtenstein o las islas de la corona inglesa pero no británicas, existe un grave problema: Luxemburgo.
4 marzo, 2008
Esta semana, el asunto es objeto de duros debates en la reunión de ministros económicos o financieros de la Eurozona. Vale decir, los trece adherentes a la moneda común, sobre los veintisiete de la Unión Europea.
En el caso Lichtenstein –tíere suizo-, Berlín cuenta con el apoyo de Roma. Madrid, Lisboa, Estocolmo, Helsinki y Copenague. Pero, como el embate germano abarca también Austria, Bélgica, Mónaco (virtual apéndice francés), Malta, San Marino y Chipre, la cosa se complica.
Para empezar, Mónaco y San Marino no son miembros de la Eurozona ni la UE. Para seguir, los poderosos cabildeos de la banca británica y holandesa tratan de que las futuras normas sobre paraísos fiscales sean menos severas.
Entre bambalinas cuentan con aliados culposos: el Banco de Inglaterra, el Banco Central europeo, sus colegas holandés y francés. Pero hay otros jugadores, ajenos a la UE. El emisor inglés, por ejemplo, defiende los “osffshore” insulares pertenecientes a la corona, no al estado (Man, Jersey, Guernsey). A su vez, Moscú y Kíyev no quieren que nadie toque Transdñestria, un corredor mafioso entre Ucrania y Moldavia.
Esta semana, el asunto es objeto de duros debates en la reunión de ministros económicos o financieros de la Eurozona. Vale decir, los trece adherentes a la moneda común, sobre los veintisiete de la Unión Europea.
En el caso Lichtenstein –tíere suizo-, Berlín cuenta con el apoyo de Roma. Madrid, Lisboa, Estocolmo, Helsinki y Copenague. Pero, como el embate germano abarca también Austria, Bélgica, Mónaco (virtual apéndice francés), Malta, San Marino y Chipre, la cosa se complica.
Para empezar, Mónaco y San Marino no son miembros de la Eurozona ni la UE. Para seguir, los poderosos cabildeos de la banca británica y holandesa tratan de que las futuras normas sobre paraísos fiscales sean menos severas.
Entre bambalinas cuentan con aliados culposos: el Banco de Inglaterra, el Banco Central europeo, sus colegas holandés y francés. Pero hay otros jugadores, ajenos a la UE. El emisor inglés, por ejemplo, defiende los “osffshore” insulares pertenecientes a la corona, no al estado (Man, Jersey, Guernsey). A su vez, Moscú y Kíyev no quieren que nadie toque Transdñestria, un corredor mafioso entre Ucrania y Moldavia.