<p>Se trataba de pasar la rendición de cuentas públicas y el fracaso fue calificado como “sin precedentes” por Gianfranco Fini, ex aliado de Silvio Berlusconi y hoy opositor centrista. Mientras tanto, su partido del Futuro y el partido Demócrata exigían la renuncia del primer ministro. Por supuesto, si lo hace perderá la inmunidad e irá preso.</p>
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<p>Si bien este derrumbe es imprevisto, la crisis interna en la mayoría viene gestándose durante meses, o sea desde que el oficialismo cayó en comicios locales. Entre ellos, en Milán, virtual feudo de Berlusconi. También se acerca a una implosión el aliado clave del partido Libertario, la Liga Norte del senador lombardo Umberto Bossi y su hijo Renzo.<br />
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A criterio de muchos analistas, ni el Cavaliere ni los Bossi han entendido lo que estaba realmente en juego. Ello explica la incapacidad de controlar sus propias fuerzas parlamentarias. Ahora, como mínimo, el gobierno deberá comprobar si continúa gozando de la confianza legislativa. Pero esta derrota sucede justo cuando el primer ministro busca recomponer un ejecutivo sólido para llegar a 2013, en tanto Bossi habla abiertamente de elecciones anticipadas para 2012.<br />
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En el frente exterior, Italia padece problemas vinculados a la eurocrisis. Hace pocos días, en efecto, Moody’s Investors Service adelantó el propósito de degradar la deuda pública. Sin embargo, el peor síntoma es que Giulio Tremonti, ministro de Economía, siga distante de Berlusconi y Mario Draghi, otra clave, abandone banca d´Italia (el emisor) rumbo al Banco Central Europeo.</p>
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Berlusconi perdió por un voto: crisis italiana
Tan estrecha diferencia revela que el Cavaliere ya no maneja un grupo de legisladores antes incondicionales o prebendarios. Al mismo tiempo, esta derrota presenta dilemas jurídicos y dos riesgos: colapso de la mayoría y parálisis en la cámara baja.