Rechaza la Unión Europea un planteo agrícola en la OMC

Confirmando que el preacuerdo con Estados Unidos es restrictivo, la Unión Europea descartó una propuesta de Argentina, Brasil, India, China y otros ocho países. Planteaba la eliminación paulatina de subsidios agrícolas.

21 agosto, 2003

“No hay nada nuevo. Son posturas reiteradas”, sostuvo Peter Carl, jefe europeo de negociaciones en la rueda Dohá. Esto cayó mal en la propia Organización Mundial de Comercio. La propuesta está subscripta, además, por Chile, Costa Rica, Guatemala, Méjico, Paraguay, Perú, Sudáfrica y Tailandia (aunque no por Australia, Canadá ni Nueva Zelanda).

Básicamente, se sugiere eliminar en forma íntegra los subsidios agrícolas. Pero en forma gradual y comenzando por los que más perjudican a economías en desarrollo. Esto contrasta con el preacuerdo UE-EE.UU.: suprimir simultáneamente subsidios y estímulos sólo en determinados sectores y, en otros, limitarse a rebajarlos.

Pese a lo dicho por Carl y repetido por Pascal Lamy, adalid del ultraproteccionismo francés, la propuesta no era simple reiteración de anteriores. Contiene novedades como, por ejemplo, eliminar la “caja azul”, defendida a rajatabla por la UE, que incluye subsidios financieros al agro, pretextando programas orientados a recortes de producción.

Ese tipo de subvenciones indirectas no entra en ninguno de los compromisos actuales ni en la lista de temas para la próxima reunión de la ronda Dohá (Cancún, septiembre). Deplorando la dureza de la UE, funcionarios del Mercosur sospechan un móvil: allanar el camino para la ampliación del grupo, que involucra incorporar una economía de base agraria, Polonia. Probablemente, Varsovia presione contra subsidios a competidores más ricos dentro de la propia UE.

“No hay nada nuevo. Son posturas reiteradas”, sostuvo Peter Carl, jefe europeo de negociaciones en la rueda Dohá. Esto cayó mal en la propia Organización Mundial de Comercio. La propuesta está subscripta, además, por Chile, Costa Rica, Guatemala, Méjico, Paraguay, Perú, Sudáfrica y Tailandia (aunque no por Australia, Canadá ni Nueva Zelanda).

Básicamente, se sugiere eliminar en forma íntegra los subsidios agrícolas. Pero en forma gradual y comenzando por los que más perjudican a economías en desarrollo. Esto contrasta con el preacuerdo UE-EE.UU.: suprimir simultáneamente subsidios y estímulos sólo en determinados sectores y, en otros, limitarse a rebajarlos.

Pese a lo dicho por Carl y repetido por Pascal Lamy, adalid del ultraproteccionismo francés, la propuesta no era simple reiteración de anteriores. Contiene novedades como, por ejemplo, eliminar la “caja azul”, defendida a rajatabla por la UE, que incluye subsidios financieros al agro, pretextando programas orientados a recortes de producción.

Ese tipo de subvenciones indirectas no entra en ninguno de los compromisos actuales ni en la lista de temas para la próxima reunión de la ronda Dohá (Cancún, septiembre). Deplorando la dureza de la UE, funcionarios del Mercosur sospechan un móvil: allanar el camino para la ampliación del grupo, que involucra incorporar una economía de base agraria, Polonia. Probablemente, Varsovia presione contra subsidios a competidores más ricos dentro de la propia UE.

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