Penas españolas: ¿qué significan para la Eurozona y más allá?

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La rápida declinación, de economía dinámica en una de las más castigadas, le plantea una incógnita a España:¿cómo un ejemplo de integración y sus beneficios súbitamente cae a los niveles de Grecia, Portugal e Irlanda o Estonia, Letonia e Islandia?

<p>Seg&uacute;n se&ntilde;alaba Giulio Tremonti, ministro italiano de econom&iacute;a, &ldquo;este deterioro es cr&iacute;tico para el futuro del euro, la Uni&oacute;n Europea y el resto de Occidente&rdquo;. A juicio de JPMorgan-Chase, &ldquo;los desequilibrios griegos y los problemas de Dubai son se&ntilde;ales tempranas de hasta d&oacute;nde los mercados puede ser adversos al riesgo&rdquo;.<br />
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En efecto, si Espa&ntilde;a no pone en marcha un plan cre&iacute;ble para recortar el d&eacute;ficit presupuestario, las dudas de los inversores sobre la solvencia soberana ir&aacute;n m&aacute;s all&aacute; de los pa&iacute;ses perif&eacute;ricos en danza (tres de la Eurozona, tres de la UE). Semejante proceso llevar&iacute;a a eventuales ceses de pagos, dislocaci&oacute;n del euro y, como represalia, a una ola de proteccionismo mundial.<br />
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La idea de que Espa&ntilde;a pudiera entrar en insolvencia y recurrir &ndash;como contempla Grecia- a un rescate a cargo de otros miembros de la Eurozona cae muy mal en aquel pa&iacute;s. Ya en febrero, el ministro de infraestructura, Jos&eacute; Blanco, denunciaba (en el mejor estilo argentino o venezolano) &ldquo;una conspiraci&oacute;n internacional v&iacute;a editoriales apocal&iacute;pticos en medios extranjeros&rdquo;. En verdad, la inteligencia estatal estaba investigando &ldquo;ataques especulativos contra nuestra econom&iacute;a por la prensa escrita en ingl&eacute;s&rdquo;.<br />
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No obstante, se trata de actores marginales en ese escenario. De acuerdo con Franklin Allen (escuela de negocios Wharton), &ldquo;el estallido de una enorme burbuja inmobiliaria es responsable de los acuciantes problemas que afronta Espa&ntilde;a. Promovido por fondos de desarrollo y tasas bajas, tras la adopci&oacute;n del euro (1999), el auge de la construcci&oacute;n dur&oacute; nueve a&ntilde;os. Hacia 2006, el sector representaba m&aacute;s de 15% del producto bruto interno&rdquo;.<br />
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Cuando la recesi&oacute;n occidental (2007/9) elimin&oacute; la demanda de viviendas y las inversiones en propiedades comerciales, Espa&ntilde;a se encontr&oacute; con un gran agujero econ&oacute;mico, muy dif&iacute;cil de llenar. Seg&uacute;n se&ntilde;ala otro analista de Wharton, Mauro Guill&eacute;n, &ldquo;la burbuja iba mucho m&aacute;s all&aacute; de los bienes ra&iacute;ces, desbordando sobre lo infraestructural: caminos, ferrocarriles, puentes, etc&eacute;tera&rdquo;.<br />
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Todo eso se convirti&oacute; en parte relevante de la econom&iacute;a. A tal punto que, en 2007, casi 45% de la construcci&oacute;n en la Eurozona se llevaba a cabo en Espa&ntilde;a. Pero el pa&iacute;s representaba quiz&aacute; menos de 15% en el PB regional. Ya en 2009, el PBI espa&ntilde;ol se contrajo 3,6%, mientras el desempleo actual oscila alrededor de 20%, el doble que en 2007. Ante un contexto pol&iacute;tico muy duro para el jefe de gobierno Jos&eacute; Luis Rodr&iacute;guez Zapatero, las posibilidades de recuperaci&oacute;n en 2011 y despu&eacute;s dependen de medidas tendientes a reducir un impresionante d&eacute;ficit fiscal (11,4% del PBI en 2009). Esta cifra siembra dudas sobre la capacidad financiera espa&ntilde;ola.<br />
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Como condici&oacute;n para integrar la Eurozona (pacto de Maastricht, 1992), el rojo de un miembro debe mantener un techo de 3% en t&eacute;rminos de PBI. Para 2013, Espa&ntilde;a ha de volver a esa cota, que pocos socios de la zona cumplen. Si bien el pa&iacute;s tuvo super&aacute;vit hasta 2007, ahora le costar&aacute; revertir el retroceso posterior.<br />
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Ante las cr&iacute;ticas, el gobierno replica subrayando un hecho: Espa&ntilde;a eludi&oacute; trampas en las que cayeron otras econom&iacute;as occidentales durante la crisis sist&eacute;mica. As&iacute;, sus bancos no estaban expuestos a activos t&oacute;xicos. En otro plano, al endeudamiento p&uacute;blico, como porcentaje del PBI, se halla bastante por debajo del promedio zonal (60%).<br />
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Lo que pone nerviosos a los mercados es, por el contrario, el enorme pasivo del sector privado. De acuerdo con la consultor&iacute;a McKinsey, la suma de deudas &ndash;privada, p&uacute;blica, familiar-, en relaci&oacute;n con la econom&iacute;a total, supera las de los pa&iacute;ses desarrollados, salvo Gran Breta&ntilde;a y Jap&oacute;n. Por eso, varios observadores temen que Espa&ntilde;a no pueda repagar deudas a tiempo. &ldquo;A diferencia de Grecia u otros eventuales rescates chicos&nbsp; -subraya Witold Henisz en <em>Knowledge@Wharton</em>-, Espa&ntilde;a es la cuarta econom&iacute;a de la Eurozona y la magnitud de un salvamento ser&iacute;a traum&aacute;tica&rdquo;.<br />
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Para empezar, &ldquo;llevar&iacute;a otra fase de la crisis financiera occidental, en cuyo curso varios pa&iacute;ses &ndash;Italia ser&iacute;a uno- no podr&iacute;an cubrir rojos presupuestarios. Ello arriesgar&iacute;a ceses de pagos. En determinad punto, la viabilidad del euro quedar&iacute;a en tela de juicio, surgir&iacute;a el aislacionismo y todo convergir&iacute;a en una espiral proteccionista&rdquo;. Obviamente, Henisz cree en ciertos fantasmas.<br />
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