{Gestión} Surge un nuevo estilo internacional de management

<p> <strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; ">Territorio común</strong><br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; " />
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Esta convergencia entre una nueva generación de profesionales de los negocios internacionales tiene un paralelo a nivel institucional: Las empresas internacionales se manejan cada vez más en un terreno común para competir mundialmente. Esto no quiere decir que lleven a cabo sus negocios de manera idéntica, con los mismos procesos, funciones y operaciones mientras se acercan a esa etapa, pero para el momento en que la logren las empresas exitosas comparten ciertas cualidades y prácticas no observadas en las demás. <br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; " />
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Las firmas multinacionales han comprendido que ciertas actividades – como marketing—deben mantenerse locales en concepto y ejecución. Al mismo tiempo, la característica definitoria de la globalización ha sido el empuje de las multinacionales hacia la racionalización del las organizaciones. Han aparecido eficiencias y procesos comunes, en particular en determinados procesos de producción pero también en control y aseguramiento de la calidad. Además, las multinacionales se han visto obligadas a orientarse hacia normas internacionales en el área de relaciones con los stakeholders (o sea con todos los grupos relacionados con o afectados por la empresa). Así, entre sus otras ramificaciones, la globalización está obligando a las empresas a operar y conducirse de acuerdo con ciertas normas y expectativas internacionales. Esta tendencia se refleja inevitablemente en la forma en que se manejan esas empresas.  </p>

<p>&nbsp;En las oficinas Dell de Beijing, Andy Klump se luc&iacute;a en su trabajo como vendedor de computadoras y soluciones de servicios a multinacionales cuando la compa&ntilde;&iacute;a introdujo un cambio en su proceso de revisi&oacute;n de desempe&ntilde;o. Con el nuevo m&eacute;todo, Klump deb&iacute;a evaluar a su jefe, un nacional chino y entreg&aacute;rselo a &eacute;l en persona. Klump, por entonces, se llevaba muy bien con su jefe, quien bajo el nuevo sistema, pidi&oacute; recibir las impresiones en forma directa de todos los miembros del equipo. En ese equipo, todos eran chinos menos &eacute;l.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; " />
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Klump hab&iacute;a aprendido lo suficiente de la cultura china como para saber que no se acostumbraba a confrontar a alguien en una situaci&oacute;n grupal. De manera que esper&oacute; a estar a solas con su jefe para darle con mucho cuidado sus comentarios para mostrar respeto mientras simult&aacute;neamente le aportaba ideas constructivas. &ldquo;Al principio&rdquo;, relata Klump, pareci&oacute; tomar los comentarios de buen talante. Pero luego gradualmente advert&iacute; un distanciamiento en nuestra relaci&oacute;n. Finalmente, me di cuenta de que no apoyaba m&aacute;s el avance de mi carrera como antes.&quot;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; " />
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Cuando Klump coment&oacute; el tema con una compa&ntilde;era, ella contest&oacute; divertida: &ldquo;Eres demasiado norteamericano. Por m&aacute;s que suavices tus comentarios, resultas demasiado directo&rdquo;. Esta an&eacute;cdota sirve para recordar lo complicado que es, a nivel personal, vivir la globalizaci&oacute;n y el manejo de las culturas. Por un lado, el mundo parece peque&ntilde;o e interconectado gracias a la tecnolog&iacute;a, los viajes y las comunicaciones. Por el otro, debajo de la p&aacute;tina de la familiaridad, aparecen las diferencias culturales que estaban escondidas.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; color: rgb(85, 85, 85); font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 16px; " />
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Sin embargo, ex alumnus de la Harvard Business School aportan evidencia anecd&oacute;tica de que hay una creciente clase empresaria juvenil que est&aacute; comenzando a acercar los mundos diferentes. A pesar de diferencias nacionales, esos guerreros de rutas transnacionales con frecuencia tienen una educaci&oacute;n com&uacute;n y una cultura global. En el &aacute;rea del comercio internacional, comparten una expectativa de limar diferencias para avanzar con un prop&oacute;sito com&uacute;n hacia una meta m&aacute;s amplia: hacer bien la tarea que tienen por delante.</p>