Moras en deudas personales llegan al máximo desde 1992

Según la asociación norteamericana de bancos (ABA), el público incurre en los mayores retrasos en casi dieciséis. Ello abarca tarjetas de crédito, préstamos hipotecarios y automotores. Como está en boga, se agrupan esos rubros en “consumo”.

4 abril, 2008

Los atrasos de treinta días o más han subido en las ocho categorías de la estadística abarcan cuatro trimestres al 31 de marzo. Un síntoma claramente recesivo, estima la entidad privada. Sólo en enero-marzo, la masa se elevó de 2,44 a 2,65% de todas las cuentas, se acuerdo con un indicador pondeados que elabora la ABA.

A juicio de varias consultorías, eso define las presiones que sufren los deudores y, por ende, la banca minorista, Aferrada al mito de la prosperidad norteamericana, la gente ha dejado de ahorrar hace años y, hoy, no atina a salir del brete. Máxime porque el valor de sus viviendas -que hipotecaba una y otra vez para obtener fondos y seguir gastando- continúa deteriorándose.

Los prestamistas castigados incluyen American Express –tercera red de tarjetas de crédito en el país- y Capital Ones Financial. Ambos y otros han doblado reservas para afrontar acreencias en mora, originadas en la mayor caída de precios inmobiliarias en 25 años.

En 1992, el cuadro era inverso. Por entonces, la economía real había salido de una recesión (1988/91). En la actualidad, la proliferación de individuos morosos acompaña al estancamiento y anticipa una fase regresiva, que afecta al gasto familiar. Vale decir, casi 67% del producto bruto interno.

La asociación que los pagos en retraso seguirán elevándose este semestre, pues los precios de alimentos y combustibles se mantienen en alza. Al mismo tiempo, languidece el crecimiento de los ingresos familiares. Hasta ahora indiferente a esos signos, Wall Street empieza a sentir algunos efectos: ceden las acciones de Washington Mutual (la mayor firma de ahorro y préstamo), Bank of America –primer bancos del país, fuerte en el sector minorista-, American Express, Wachovia, etc.

El indicador de ABA refleja los crecientes retrasos en autos (préstamos con opción de compra, o sea “leasings”), que representan dos tercios de las deudas personales. La mora en este segmento pasó de 1,81% (diciembre) a 1,9% (marzo) Los créditos hipotecarios a tasa variable aumentaron de 2,87 a 2,92%. En cuanto a tarjetas, el retraso ha ido de 4,18 a 4,38%.

Los atrasos de treinta días o más han subido en las ocho categorías de la estadística abarcan cuatro trimestres al 31 de marzo. Un síntoma claramente recesivo, estima la entidad privada. Sólo en enero-marzo, la masa se elevó de 2,44 a 2,65% de todas las cuentas, se acuerdo con un indicador pondeados que elabora la ABA.

A juicio de varias consultorías, eso define las presiones que sufren los deudores y, por ende, la banca minorista, Aferrada al mito de la prosperidad norteamericana, la gente ha dejado de ahorrar hace años y, hoy, no atina a salir del brete. Máxime porque el valor de sus viviendas -que hipotecaba una y otra vez para obtener fondos y seguir gastando- continúa deteriorándose.

Los prestamistas castigados incluyen American Express –tercera red de tarjetas de crédito en el país- y Capital Ones Financial. Ambos y otros han doblado reservas para afrontar acreencias en mora, originadas en la mayor caída de precios inmobiliarias en 25 años.

En 1992, el cuadro era inverso. Por entonces, la economía real había salido de una recesión (1988/91). En la actualidad, la proliferación de individuos morosos acompaña al estancamiento y anticipa una fase regresiva, que afecta al gasto familiar. Vale decir, casi 67% del producto bruto interno.

La asociación que los pagos en retraso seguirán elevándose este semestre, pues los precios de alimentos y combustibles se mantienen en alza. Al mismo tiempo, languidece el crecimiento de los ingresos familiares. Hasta ahora indiferente a esos signos, Wall Street empieza a sentir algunos efectos: ceden las acciones de Washington Mutual (la mayor firma de ahorro y préstamo), Bank of America –primer bancos del país, fuerte en el sector minorista-, American Express, Wachovia, etc.

El indicador de ABA refleja los crecientes retrasos en autos (préstamos con opción de compra, o sea “leasings”), que representan dos tercios de las deudas personales. La mora en este segmento pasó de 1,81% (diciembre) a 1,9% (marzo) Los créditos hipotecarios a tasa variable aumentaron de 2,87 a 2,92%. En cuanto a tarjetas, el retraso ha ido de 4,18 a 4,38%.

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