Se trata de adoptar medidas para hacer frente a la emergencia climática, que incluyen desde la reducción urgente de las emisiones de gases de efecto invernadero, el fortalecimiento de la resiliencia y la adaptación a las consecuencias inevitables del cambio climático, hasta el cumplimiento de los compromisos de financiación de la acción climática en los países en vías de desarrollo.
El lema de la conferencia de este año es: “de las promesas a la implementación” Los líderes discutirán los planes de desarrollo sostenible que darán forma a la economía mundial en los años venideros.
Esta COP les dará una voz a los países en vías de desarrollo. 35 de los 50 más vulnerables están en África, pero el continente es responsable de menos de 3% de las emisiones históricas del mundo.
En París, las economías desarrolladas prometieron al Sur Global US$100 mil millones para 2020 para su transición climática. Pero ese dinero no se ha puesto sobre la mesa, e incluso cuando se lo hace, está lejos de ser suficiente. Ayudar a los países a adaptarse a las consecuencias del cambio climático y construir fuentes de energía bajas en carbono es extremadamente costoso.
En Boston Consulting Group (BCG) asegura tener un compromiso con el cambio climático que es alcanzar net-zero para 2030 y, además, ayudar a reducir la huella de carbono. “Buscamos ser agentes de transformación y construir un mundo descarbonizado y amigable con el ecosistema. Somos socios consultores exclusivos de la COP27 y buscamos trabajar directamente para promover la acción climática a través de sus campañas, incluidas Race to Zero y Race to Resilience”.
Boston Consulting Group realiza periódicamente investigaciones y reportes en materia de sustentabilidad y medio ambiente, y publica artículos sobre su expertise en esta materia. Algunos de los informes más recientes con perspectiva de medio ambiente son:
La tecnología avanzada impulsa nuevos modelos de negocio Net-Zero
¿Cómo puede la tecnología ayudar a las empresas a mantenerse rentables y al mismo tiempo ser sustentables? La respuesta está en una combinación de tecnología avanzada y nuevos modelos de negocio.
Las estrategias climáticas deben incluir la adaptación y la resiliencia
La adaptación consiste en transformar estructuras y procesos para soportar mejor los efectos del cambio climático. Se trata de desarrollar la resiliencia, ayudar a las empresas y las comunidades a gestionar los riesgos y las interrupciones que conllevan los fenómenos meteorológicos extremos, para que puedan seguir creciendo y prosperando.
La tecnología es la vía rápida hacia el Net Zero
La segunda encuesta anual sobre emisiones de carbono revela que las organizaciones aún no miden sus emisiones de Alcance 1, Alcance 2 y Alcance 3, y solo 10% dice que lo hace, en comparación con 9% en 2021.
Los líderes climáticos serán los futuros líderes de la industria
La brecha entre los compromisos globales Net Zero y la acción se está ampliando. Necesitamos acelerar el ritmo del progreso ahora. Las empresas líderes nos muestran cómo se puede hacer.
Cerrando la brecha del desperdicio de alimentos
El hogar norteamericano promedio desperdicia aproximadamente 130 libras de alimentos al año. El promedio mundial es casi 35 libras más alto. Las empresas, los gobiernos, las ONG y las personas tienen un papel que desempeñar en la lucha contra la pérdida y el desperdicio de alimentos y en la mitigación de sus efectos de largo alcance.
Las acciones climáticas que las empresas deben tomar hoy
Los compromisos para descarbonizar la economía global, ahora con frecuencia liderados tanto por empresas como por gobiernos, han alcanzado una masa crítica. Pero incluso cuando los directores ejecutivos entienden el imperativo de actuar, a muchos les resulta difícil saber exactamente qué acciones priorizar, o cómo identificar y aprovechar las nuevas oportunidades creadas por el impulso global neto cero.
La educación como un impulsor para el progreso climático
La educación es un medio poderoso para estimular el cambio de comportamiento y la acción colectiva, cultivar habilidades ecológicas, garantizar una transición justa hacia una economía sostenible y desarrollar la capacidad de adaptación de las comunidades.
