jueves, 21 de noviembre de 2024

Indicios de que el coronavirus puede afectar al sistema nervioso

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Hay indicios de que el SARS-COV-2, origen de la COVID-19, impacta también al cerebro, desencadenando síntomas neurológicos específicos. Puede ser una de las causas de la insuficiencia respiratoria.

Hasta la fecha no existen demasiadas investigaciones que indaguen sobre los efectos a nivel cerebral o neuroquímico provocados por el SARS-COV-2.

Sin embargo, ya empiezan a encontrarse hallazgos interesantes que vienen dados por las exploraciones neurológicas y por autopsias practicadas en otros países: en España, al existir solo dos salas con medios adecuados para tal fin, apenas se practican. (Glass WG, et al. 2004).

La Sociedad Española de Neurología (Ezpeleta, D. García, A.) señala que una de cada tres personas sintomáticas con el virus SARS-COV-2 presenta síntomas neurológicos específicos (el 36 % de los pacientes, sobre una base de 103 casos registrados).

Antecedentes

 

No es la primera vez que un coronavirus afecta al sistema nervioso. En 2016, investigadores del INRS de Canadá y del University College London Hospital, detectaron por primera vez un coronavirus en el sistema nervioso central,  que había provocado una encefalitis de carácter mortal.

Concretamente aislaron un virus de la cepa OC-43 del coronavirus humano HCov. Este hallazgo es extensible al resto de enfermedades neurológicas. (Huang, C. et al. 2020)

Aunque bien es cierto que muchas enfermedades que afectan al cerebro a nivel neurológico son por infecciones víricas o bacterianas, sin embargo su identificación no puede hacerse a través de medios convencionales en caso de los coronavirus, especialmente en pacientes con el sistema inmunológico comprometido.

El cerebro como sistema

No debemos perder de vista que el sistema nervioso central es un sistema regulador de todo el organismo.

Con esta premisa, una infección vírica a este nivel no solo trae consigo consecuencias en el sistema nervioso, sino también en su función reguladora.

Tal vez nos estemos haciendo las preguntas equivocadas y deberíamos a comenzar a explorar las implicancias de la infección viral del SARIS COV-2 a nivel de tronco-encéfalo y a nivel talámico, como una de las causas de la insuficiencia respiratoria en estos pacientes en fase aguda. (Ya-Chao Li et al. 2020).

Es sabido que los coronavirus usan las mismas vías de infección celular: los pacientes de Wuhan, en su mayor parte ingresados en UCI, no podían respirar espontáneamente (89% de los casos).

Tal vez estemos pasando por alto la invasión por parte de este virus en el sistema nervioso central.

 

Otros efectos

La Sociedad Española de Neurología se hace eco de la pérdida de dos sentidos: el olfato (anosmia) y por consiguiente del gusto, en procesos virales tipo catarro, gripe, etc. (Yu, F et al. 2020).

Estos síntomas son relativamente normales, debido a la mucosidad existente en infecciones respiratorias de tipo viral que nada tienen que ver con el SARS-COV-2.

Lo que llama la atención es que estos síntomas se dan entre un 30% y un 60% de los casos reportados de pacientes alemanes y coreanos afectados por el SARS-COV-2.

Si damos por sentado que la infección del virus que nos ocupa avanza rápidamente a través de la médula espinal hacia el encéfalo, tal vez deberíamos priorizar el tratamiento para evitar que esto ocurra, dada la importancia del cerebro en la regulación pulmonar.

De este modo, la inhalación de agentes antivirales debe hacerse cuanto antes, sobre todo en la fase inicial.

Con ello se conseguirían dos cosas: evitar que se extiendan por las vías respiratorias y la invasión del sistema nervioso central.

De igual modo, habría que encontrar agentes que no provoquen un aumento de la cantidad vírica en los pacientes, como son los corticosteroides, sobre todo entre las neuronas.

(*) Javier Mauri es Doctor en Psicología y Neuropsicólogo.

Tendencis 21

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