lunes, 23 de diciembre de 2024

Argentina recibe menos turistas que Chile y Uruguay

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Las condiciones de base para promover el ingreso de turistas de otros países incluyen eliminar el cepo cambiario, desarrollar infraestructura local, mejorar la seguridad y facilitar la accesibilidad al interior del país, según Idesa.

El turismo internacional es un importante resorte de crecimiento económico y desarrollo social. No se lo aprovecha promocionando el turismo interno a través de la proliferación de feriados que dañan la competitividad del resto de los sectores, sostiene el Instituto de Desarrollo Económico y Social Argentino (Idesa) en su reporte Número 587.

 

El turismo es una de las actividades que mayor crecimiento viene mostrado en el mundo en los últimos tiempos. Se estima que más de mil millones de personas al año hacen turismo internacional.

 

Tan importante es la actividad que se ha convertido en la quinta exportación mundial detrás de los combustibles, los químicos, los alimentos y los autos. Además, es una fuente de progreso social por los empleos, emprendimientos y la infraestructura que genera a nivel local.

 

Datos recientes del INDEC señalan que en el año 2014 la Argentina recibió 5,9 millones de visitantes de otros países. Esto representa un incremento de 13% interanual. Se trata una cifra importante pero que es necesario compararla con lo que ocurre en la región, especialmente, entre los países vecinos.

 

Una fuente de referencia es la Organización del Turismo Mundial (WTO), agencia de Naciones Unidas que actúa como foro de información y políticas sobre turismo.

 

Tomando el promedio anual de turistas del exterior ingresados entre los años 2010 y 2013 en proporción a la población de cada país receptor (a los fines de hacer los datos comparables debido al diferente tamaño de los países) surge que:

  • Argentina recibió 5,5 millones de visitantes de otros países por año lo que implica una tasa de 132 turistas internacionales por cada 1.000 habitantes.
  • Chile recibió 3,3 millones de visitantes de otros países por año equivalente a una tasa de 183 turistas internacionales por cada 1.000 habitantes.
  • Uruguay recibió 2,6 millones de visitantes de otros países por año lo que indica una tasa de 771 turistas internacionales por cada 1.000 habitantes.

 

Estos datos muestran que la Argentina es el país que proporcionalmente menos turistas extranjeros recibe en el Cono Sur.

 

Las brechas son muy grandes con Uruguay, aun considerando que su elevado índice esté influenciado por ser un país pequeño con un alto impacto del turismo desde la Argentina.

 

El contraste más notorio es con Chile ya que contando con menos atracciones naturales (básicamente la Cordillera que comparte con la Argentina) recibe proporcionalmente muchas más visitas desde el extranjero.

 

Uno de los factores que explican que la Argentina explote menos que sus vecinos las oportunidades del turismo internacional es el centralismo.

 

La centralización de recursos fiscales por parte del Estado nacional priva a las provincias del financiamiento para desarrollar la infraestructura, los servicios y las condiciones de seguridad que el turismo internacional demanda.

 

La centralización de las decisiones genera privilegios monopólicos, como los de Aerolíneas Argentinas, que cercenan las posibilidades de desarrollar medios de acceso y movilidad en el interior del país más cómodos y baratos.

 

No menos importante es el mal funcionamiento de la economía. La mayoría de los ciudadanos locales están familiarizados con “arbolitos”, sus ubicaciones, horarios y resguardos para reducir los riesgos de ser estafados. Pero para los visitantes extranjeros su utilización genera mucho rechazo.

 

No es casualidad que estas condiciones no están presente en casi ningún país de la región, con excepción de Venezuela donde el flujo de visitantes es de apenas 20 turistas internacionales por cada 1.000 habitantes.

 

Resulta paradójico que mientras el Banco Central sufre escasez de dólares, a los turistas del extranjero se los induce a liquidar sus divisas en el mercado informal.

El turismo es otra área donde el país desaprovecha oportunidades.

 

Las ventajas de la abundancia de recursos turísticos son anuladas por la empecinada aplicación de políticas desacertadas.

 

La promoción del turismo interno a través de la proliferación de feriados es un juego de suma cero. Lo que ganan los receptores del turismo local es lo que pierde el resto de las actividades productivas paralizadas por el feriado.

El factor genuino de generación de valor agregado es atraer turistas del extranjero. Ello requiere una economía sana y políticas sectoriales inteligentes.

 

El camino correcto no es agregar feriados sino desarrollar infraestructura, servicios, seguridad y facilidades para acceder y movilizarse fácilmente por el interior del país.

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