“El consumidor se vio obligado a reorganizar los gastos de su hogar, y su reacción fue bien clara y racional. Disminuyó notablemente sus compras en categorías que podríamos definir como prescindibles: con 13% de caída en volumen en comparación al 2013, y en la frecuencia de compra en 5%”, destacó Juan Manuel Primbas, country manager de Kantar Worldpanel
Los rubros de bebidas y cuidado del hogar son los menos afectados y las categorías estrella son las cervezas y rollos de cocina que se destacan porque sus compras son más grandes.
Las básicas – que incluye aquellas que tienen mayor cantidad de adeptos como pastas, yerba, aceites y papel higiénico, entre otras-, mantienen estable su volumen, viendo disminuida su frecuencia pero incrementando la cantidad comprada en cada visita al canal; y sólo aumentan su consumo en los extremos de la pirámide social.
Los niveles medio bajo y bajo superior que son los más afectados resignan a partir de compras más espaciadas: básicamente las realizan cada cuatro días mientras que el resto de la población lo hace cada tres.
El discount y los mayoristas continúan creciendo y fidelizando consumidores mientras que el hipermercado, el autoservicio y el almacén son los que más clientela pierden.