Washington sale de Chrysler y Fiat encara el auto global
Este jueves la asamblea de accionistas resuelve que el gobierno estadounidense saldrá del paquete Chrysler a fin de año. Sergio Marchionne preside el encuentro. En dos años, el Lingote - Fiat - dio vuelta el negocio en escala mundial, no ya sólo noratlántica.
16 septiembre, 2010
<p>En rigor, la escisión de los automotores respecto de los vehículos comerciales y agrarios –cristalizará el lunes 3 de enero- marca un hito decisivo. Será sin duda la reconversión más ambiciosa de la posguerra en una firma que empezó en 1900 como Fabbrica Italiana d’Automovili Torino (F.I.A.T.).</p>
<p>Desde 2011, pues, será menos italiana y más global o, si se quiere, binacional por la toma de Chrysler, otrora tercera automotriz de Detroit. El proceso también ha cambiado el papel del clan Agnelli. En efecto, Marchionne es director ejecutivo y Luca Cordero Montezemolo preside la junta, dos antiguos reductos de Giovanni y Umberto A.</p>
<p>Quedan poco más de dos meses, entonces, para satisfacer los requisitos finales de la commissione nazionale per società e borse (consob, comisión de valores). Este punto no carece de aristas políticas, porque en 2004 la bolsa de Milán fue absorbida por la de Londres, hecho muy criticado dentro y fuera de Italia porque el mercado británico no forma parte de la Eurozona. Esa toma quizás explique que John Phillip Elkann –nieto de los Agnelli por vía paterna- sea a veces resistido como hijo de inglés.</p>
<p>Otro dato que Marchionne probablemente proporcione desde Detroit, el viernes en rueda de prensa, hace a las relaciones con Mudabala, el fondo soberano de Abú Dhabí que tiene 5% de Ferrari. El detalle es ya esgrimido por la extrema derecha republicana, que acaba de aplastar a los moderados en dos internas. Una de las triunfadoras, Christine o’Donnell (Delaware), apoyada por la petardista Sarah Palin, se opone a que “italianos y árabes nos arrrebaten un símbolo nacional como Detroit”.</p>
<p>Molesta a los adalides del “Tea party” que el nuevo nombre oficial del conglomerado sea Fiat-Chrysler, no al revés. Pero, como en otros aspectos (verbigracia invocar a los padres fundadores y a Abraham Lincoln para sostener ideas exactamente opuestas), hay una contradicción: Detroit encarna la industria pesada, nada afín a fanatismos de pueblo chico.</p>
<p>Volviendo a las transformaciones, su clave es llegar a 5,5/6 millones de unidades anuales, o sea el mínimo que Marchionne indispensable para imponerse globalmente en un sector condicionado a las economías de escala. Todo esto arrancará con la presentación de dieciséis vehículos, nuevos o modificados y versiones de la 500 destinadas a los mercados norteamericano y sudamericano. <br />
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