Exxel comprará el Correo Argentino

Oca, una de las compañías del grupo inversor que lidera Juan Navarro, adquirirá 70% de las acciones. El gobierno analiza si la operación no afectará la libre competencia en el sector.

18 julio, 2000

El grupo Macri confirmó la venta del paquete mayoritario de las acciones del Correo Argentino a la empresa Oca, propiedad de The Exxel Group. Ahora el gobierno deberá dictaminar si la operación pone al holding de Juan Navarro en una clara posición dominante de mercado que constituya una violación a la legislación vigente.

A partir del anuncio de ambas empresas, la Secretaría de Defensa de la Competencia y del Consumidor, que depende del Ministerio de Economía, tendrá 45 días para definir si la iniciativa no viola la ley de antimonopolio, ya que implica la fusión de los dos operadores postales más grandes del país.

Exxel, que posee participaciones en algunas de las empresas más importantes de la Argentina, adquirió en 1997 las compañías Oca/Ocasa, Interbaires, Villalonga Furlong y Edcadassa, se cree que por US$ 600 millones aproximadamente.

El grupo Macri obtuvo la concesión del Correo Argentino ese mismo año, pero en los últimos meses mantuvo un enfrentamiento con el gobierno, que lo acusaba de no pagar el canon correspondiente, mientras el grupo aseguraba que el Estado le adeudaba una importante suma en concepto de servicios no retribuidos.

La cesión de las acciones del Correo Argentino a Oca es para muchos una operación lícita, ya que no hay nada en los pliegos de licitación de la empresa que prohíba la fusión.

Por otro, lado los analistas consideran que es una salida que el grupo Macri estudiaba desde que empezaron los problemas con el gobierno.

Sin embargo, desde las operadoras menores la operación es vista como una clara maniobra monopólica porque permitirá al grupo Exxel controlar, dicen, 65% del mercado.

Tanto el grupo Macri como la firma Oca aseguraron que la fusión sólo les dará acceso al control de entre 30% y 35% del sector postal.

Estando así las cosas, será el propio gobierno –en especial las secretarías de Comunicaciones y de Defensa de la Competencia– el que tendrá la última palabra.

En este sentido, el ministro de Infraestructura y Vivienda, Nicolás Gallo, manifestó días atrás que no veía con buenos ojos la unión de las dos operadoras puesto que configuraría una situación “incompatible con los intereses de los usuarios y con los del gobierno mismo”.

El grupo Macri confirmó la venta del paquete mayoritario de las acciones del Correo Argentino a la empresa Oca, propiedad de The Exxel Group. Ahora el gobierno deberá dictaminar si la operación pone al holding de Juan Navarro en una clara posición dominante de mercado que constituya una violación a la legislación vigente.

A partir del anuncio de ambas empresas, la Secretaría de Defensa de la Competencia y del Consumidor, que depende del Ministerio de Economía, tendrá 45 días para definir si la iniciativa no viola la ley de antimonopolio, ya que implica la fusión de los dos operadores postales más grandes del país.

Exxel, que posee participaciones en algunas de las empresas más importantes de la Argentina, adquirió en 1997 las compañías Oca/Ocasa, Interbaires, Villalonga Furlong y Edcadassa, se cree que por US$ 600 millones aproximadamente.

El grupo Macri obtuvo la concesión del Correo Argentino ese mismo año, pero en los últimos meses mantuvo un enfrentamiento con el gobierno, que lo acusaba de no pagar el canon correspondiente, mientras el grupo aseguraba que el Estado le adeudaba una importante suma en concepto de servicios no retribuidos.

La cesión de las acciones del Correo Argentino a Oca es para muchos una operación lícita, ya que no hay nada en los pliegos de licitación de la empresa que prohíba la fusión.

Por otro, lado los analistas consideran que es una salida que el grupo Macri estudiaba desde que empezaron los problemas con el gobierno.

Sin embargo, desde las operadoras menores la operación es vista como una clara maniobra monopólica porque permitirá al grupo Exxel controlar, dicen, 65% del mercado.

Tanto el grupo Macri como la firma Oca aseguraron que la fusión sólo les dará acceso al control de entre 30% y 35% del sector postal.

Estando así las cosas, será el propio gobierno –en especial las secretarías de Comunicaciones y de Defensa de la Competencia– el que tendrá la última palabra.

En este sentido, el ministro de Infraestructura y Vivienda, Nicolás Gallo, manifestó días atrás que no veía con buenos ojos la unión de las dos operadoras puesto que configuraría una situación “incompatible con los intereses de los usuarios y con los del gobierno mismo”.

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