Detroit: ¿otra guerra de precios en ciernes?

Nuevamente, los tres grandes –ya no tanto- parecen trabarse en una puja para elevar ventas. Como siempre, ofreciendo descuentos y otros incentivos que, a la postre, reducen los precios finales.

15 julio, 2005

Ahora, está en boga ampliar a todo el público los “descuentos para empleados”, truco lanzado por General Motors e imitado, poco después, por Ford Motor y DaimlerChrysler. De paso, esta firma es cada día más Daimler en Alemania y más Chysler en Estados Unidos: los componente no logran cuajar desde 1999.

La promoción de GM le perimitión elevar ventas y participación de mercado en junio, por lo cual extendió los incentivos todo julio y, creen varios analistas, hará igual en agosto. Ford y Chrysler vieron los resultados de junio y optaron por hacer lo mismo para julio. En el caso de la primera, el recurso se llama “plan familiar” y consiste en ofrecer a los clientes habituales precios 5% inferiores a los de lista sobre casi todos los modelos 2005.

Chrysler presentó un “descuento de empleado plus”, por el cual ofrecerá la mayoría de Chrysler, Jeep y Dodge 2005 un 5% bajo el precio de lista. La escasa originalidad de ambas copias deja atrás al 3-4% que ofrece GM. Pese a lo cual, la venta de sus coches se recobró 47% en junio y 16% la porción de mercado (tomando autos y camiones nuevos).

En cuanto a Ford y Chrysler, terminado ese mismo mes con exceso de existencias sin vender, tanto en coches como en utilitarios comunes y vehículos pesados, Erso y el éxito de GM llevaroa a imitar el truco. Pero exlcluyendo sus modelos más populares, por ejemplo el Chrysler 300 y el Mustang. En lo atinente a GM, no están en oferta el Corvette, el Pontiac GTO y los camiones medianos.

Los analistas, en general, quisieran saber el coso de esas promociones para GM. Más allá de salto en ventas de junio, los incetivos represemtan US$ 367 menos por vehículo. Por otra parte, no sería dif´picil que las ventas de junio vuelvan a ceder por agotamiento de demanda.

En volumen, las ventas de GM en junio fueron las mayores mensuales en casi diecinueve años. Por supuesto, la firma y, tal vez, sus rivales podrán achicar inventarios y operar a capacidad casi plena. Pero son cifras exageradamente altas y el público podría hacerse “adicto” a los incentivos. En otras palabras, las empresas seguirían percibiendo precios bajos por sus productos, lo cual afectará ingresos y utilidades.

También está el facto laboral. GM incuba un conflicto con la United Auto Workers (el Smata norteamericano, pero en serio), pues le ha pedido aceptar recortes en atención médica, obviamente para compensar el menor ingreso por rebaja de precios. “¿Por qué no les pagan menos a directivos, ejecutivos y accionistas?”, espetó Ronald Gettelfinger, presidente de la UAW. “LA firma no está tal mal como ellos dicesn y así lo prueba la reacicón de ventas en junio”.

Mientras tanto, las ventas de GM también repuntan en China, el tercer mercado mnundial de automotores. La firma norteamericana ha cortado veinte años de primacía en manos de Volkswagen, merced a nuevos modelos de Chrevrolet y Cadillas. La aceptación de esta ,marca denota que la alta buri+ocracia t muchos empresarios se han hecho muy ricos e incurren en lujos políticamente poco presentables.

Ahora, está en boga ampliar a todo el público los “descuentos para empleados”, truco lanzado por General Motors e imitado, poco después, por Ford Motor y DaimlerChrysler. De paso, esta firma es cada día más Daimler en Alemania y más Chysler en Estados Unidos: los componente no logran cuajar desde 1999.

La promoción de GM le perimitión elevar ventas y participación de mercado en junio, por lo cual extendió los incentivos todo julio y, creen varios analistas, hará igual en agosto. Ford y Chrysler vieron los resultados de junio y optaron por hacer lo mismo para julio. En el caso de la primera, el recurso se llama “plan familiar” y consiste en ofrecer a los clientes habituales precios 5% inferiores a los de lista sobre casi todos los modelos 2005.

Chrysler presentó un “descuento de empleado plus”, por el cual ofrecerá la mayoría de Chrysler, Jeep y Dodge 2005 un 5% bajo el precio de lista. La escasa originalidad de ambas copias deja atrás al 3-4% que ofrece GM. Pese a lo cual, la venta de sus coches se recobró 47% en junio y 16% la porción de mercado (tomando autos y camiones nuevos).

En cuanto a Ford y Chrysler, terminado ese mismo mes con exceso de existencias sin vender, tanto en coches como en utilitarios comunes y vehículos pesados, Erso y el éxito de GM llevaroa a imitar el truco. Pero exlcluyendo sus modelos más populares, por ejemplo el Chrysler 300 y el Mustang. En lo atinente a GM, no están en oferta el Corvette, el Pontiac GTO y los camiones medianos.

Los analistas, en general, quisieran saber el coso de esas promociones para GM. Más allá de salto en ventas de junio, los incetivos represemtan US$ 367 menos por vehículo. Por otra parte, no sería dif´picil que las ventas de junio vuelvan a ceder por agotamiento de demanda.

En volumen, las ventas de GM en junio fueron las mayores mensuales en casi diecinueve años. Por supuesto, la firma y, tal vez, sus rivales podrán achicar inventarios y operar a capacidad casi plena. Pero son cifras exageradamente altas y el público podría hacerse “adicto” a los incentivos. En otras palabras, las empresas seguirían percibiendo precios bajos por sus productos, lo cual afectará ingresos y utilidades.

También está el facto laboral. GM incuba un conflicto con la United Auto Workers (el Smata norteamericano, pero en serio), pues le ha pedido aceptar recortes en atención médica, obviamente para compensar el menor ingreso por rebaja de precios. “¿Por qué no les pagan menos a directivos, ejecutivos y accionistas?”, espetó Ronald Gettelfinger, presidente de la UAW. “LA firma no está tal mal como ellos dicesn y así lo prueba la reacicón de ventas en junio”.

Mientras tanto, las ventas de GM también repuntan en China, el tercer mercado mnundial de automotores. La firma norteamericana ha cortado veinte años de primacía en manos de Volkswagen, merced a nuevos modelos de Chrevrolet y Cadillas. La aceptación de esta ,marca denota que la alta buri+ocracia t muchos empresarios se han hecho muy ricos e incurren en lujos políticamente poco presentables.

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