Cerró la subasta UMTS en Italia
Al final de las negociaciones se retiró el grupo Blu, liderado por British Telecom. Telefónica de España se quedó con una de las cinco licencias, ya que controla 39,25% del grupo Ipse.
(EFE).- La subasta de las licencias italianas de telefonía de tercera generación (UMTS) se cerró hoy (lunes 23) con la retirada del grupo Blu, lo que supone su adjudicación a las otras cinco sociedades que participaban en la competición, entre ellas la encabezada por la española Telefónica.
El abandono de Blu, liderado por la italiana Autostrade y la británica British Telecom, estaba prácticamente anunciado desde antes de que comenzaran las pujas el pasado jueves y representa un fuerte revés para el estado italiano, que sólo recaudará 12.162 millones de euros, la mitad de lo previsto inicialmente.
Además de Ipse, que abandera Telefónica de España con 39,25% de las acciones, han conseguido una de las cinco licencias en juego los operadores de telefonía GSM Tim, Omnitel y Wind, y el consorcio Andala, del grupo financiero de Hong Kong Hutchinson Whampoa y la italiana Tiscali.
“La competición ha terminado para nosotros”, afirmó uno de los ejecutivos de Blu al abandonar la sede del ministerio italiano de las comunicaciones, donde se celebra la subasta.
El gobierno confirmó la retirada, que ha estado precedida por las diferencias, al parecer insalvables, entre las sociedades italianas de Blu, comandadas por Autostrade (32%), del grupo Benetton, y British Telecom (20%) sobre un pretendido reajuste al alza del “peso” de la empresa británica en el consorcio.
Antes de sancionar los resultados, la comisión interministerial que dirige la puja deberá estudiar el desarrollo de la breve competición, que ha finalizado tras apenas diez rondas y dos días de subastas, frente a los diez calculados en principio.
Las asociaciones de consumidores han pedido al gobierno que anule la competición porque consideran que Blu ha participado en interés del resto de concurrentes, únicamente para permitir que se pudiera celebrar la subasta.
El precio unitario de las licencias italianas de teléfonos de tercera generación ha quedado establecido finalmente en torno a los 2.440 millones de euros.
(EFE).- La subasta de las licencias italianas de telefonía de tercera generación (UMTS) se cerró hoy (lunes 23) con la retirada del grupo Blu, lo que supone su adjudicación a las otras cinco sociedades que participaban en la competición, entre ellas la encabezada por la española Telefónica.
El abandono de Blu, liderado por la italiana Autostrade y la británica British Telecom, estaba prácticamente anunciado desde antes de que comenzaran las pujas el pasado jueves y representa un fuerte revés para el estado italiano, que sólo recaudará 12.162 millones de euros, la mitad de lo previsto inicialmente.
Además de Ipse, que abandera Telefónica de España con 39,25% de las acciones, han conseguido una de las cinco licencias en juego los operadores de telefonía GSM Tim, Omnitel y Wind, y el consorcio Andala, del grupo financiero de Hong Kong Hutchinson Whampoa y la italiana Tiscali.
“La competición ha terminado para nosotros”, afirmó uno de los ejecutivos de Blu al abandonar la sede del ministerio italiano de las comunicaciones, donde se celebra la subasta.
El gobierno confirmó la retirada, que ha estado precedida por las diferencias, al parecer insalvables, entre las sociedades italianas de Blu, comandadas por Autostrade (32%), del grupo Benetton, y British Telecom (20%) sobre un pretendido reajuste al alza del “peso” de la empresa británica en el consorcio.
Antes de sancionar los resultados, la comisión interministerial que dirige la puja deberá estudiar el desarrollo de la breve competición, que ha finalizado tras apenas diez rondas y dos días de subastas, frente a los diez calculados en principio.
Las asociaciones de consumidores han pedido al gobierno que anule la competición porque consideran que Blu ha participado en interés del resto de concurrentes, únicamente para permitir que se pudiera celebrar la subasta.
El precio unitario de las licencias italianas de teléfonos de tercera generación ha quedado establecido finalmente en torno a los 2.440 millones de euros.
