Mandela, líder ejemplar

Varios miembros de la Universidad de Harvard recuerdan al hombre que deja unaa diferencia en el mundo.

17 diciembre, 2013

Nitin Nohria, decano y profesor de administración:

Frente a enormes obstáculos y mediante actos de coraje y convección, Mandela transformó una nación y su gente. Y aunque se autodefinía como un hombre corriente que se volvió líder sólo por circunstancias extraordinarias, mostró tener las características de liderazgo que más se valoran: integridad, moral, compasión y humildad.

Una notable voz de sus tiempos, que nos alentó a todos a ser mejores, se ha callado. Lloramos su muerte y celebramos su impacto.

 Linda Hill, profesora de Business Administration del Wallace Brett Donham y presidenta de la Iniciativa de Liderazgo de la HBS comenta el estilo de liderazgo de Mandela:

Sabemos que la creciente diversidad dentros de las organizaciones comerciales y la creciente interdependencia de los jugadores – desde socios comerciales hasta ONG – dentro del ecosistema comercial significa que los líderes deben adoptar un estilo más inclusivo. También se vuelve claro que la complejidad del actual entorno suelen exigir el camino del equipo para solucionar problemas. Esto exige un líder que, entre otras cosas, sepa compartir el poder y sea generoso al hacerlo, que sea capaz de ver potencial extraordinario en gente común y que pueda tomar decisiones con un equilibrio entre idealismo y pragmatismo. Hay un término que uso para descritir este modelo de liderazgo: liderar desde atrás. Tomé esta idea cuando leí sobre nelson Mandela.

 Rosabeth Moss Kanter, profesora de Business Administration del Ernest L. Arbuckle, dice: No lloren a Nelson Mandela, aprendan a ser Nelson Mandela.

Fue un consumado líder transformador. En su condición de primer presidente elegido democráticamente en la Sudáfrica post-Apartheid, revirtió los destructivos síntomas de la declinación, una versión en grande de lo que ocurre en cualquier organización o comunidad que se desliza hacia abajo: supresión de la información, antagonismo entre rupos, aislamiento y autoprotección, pasividad y desesperanza. Comenzó la transformación con mensajes de optimismo y esperanza, nuevas conductas en la cima (hasta recortó su propio salario) y nuevas instituciones que crearon más comunicación y más responsabilidades. Creó una nueva constitución con un proceso de participación que incluyó a todos. Llamó a sus ex enemigos, visitó a la viuda de un odioso líder del apartheid . Se aseguró de que la diversidad y la inclusión de todos los grupos en su gabinete. Llevó a sudáfrica inversiones extranjeras y permitió que la mayoría negra tomara posiciones en esas empresas. O Su meta fue la de cambiar conductas, no solamente leyes. La gente elevó sus aspiraciones porque Mandela los alentó a que lo hicieran

Gautam Mukunda, profesora de Business Administration: Es ssimposible, con palabras, hacer justicia con la vida de Nelson Mandela. Encarcelado durante 27 años por “traición” por el gobierno del Apartheid sudafricano, surgió del purgatorio como una inspiración para una nación, un continente, un pueblo entodos los rincones del globo. Casi una década después de que se retirara de la vida pública, mandera siguió siendo un centro moral de su nación y un ícono en todo el mundo.

Mandela fue, tal vez más que cualquier otra persona de su era, la encarnación de la idea del verdadero líder indispensable. L Su vida y sus logros fueron de tal magnitud que son conocidos por millones de seres en el mundo. Y se vuelven más extraordinarios porque su impacto brota de la nobleza de su ejemplo, por la fuerza de sus brazos. Al gobernar en el mismo espíritu con el que había vivido durante sus años en prisión, Mandela se unió al grupo de selectos revolucionarios que usan su recién ganado poder para establecer regímenes más libres (aunque imperfectos) que aquellos que reemplazan. Muchos hacen otra cosa y atacan a sus opresores. Mandela en cambio invitó al guardión de la prisión a su inauguración como primer presidente negro. L La sudáfrica de hoy, con todos sus problemas, es un estado democrático en una economía creciente. Habría ido por un camino muy diferente, como lo demuestra Robert Mugabe en Zimbabwe.

Muchos líderes son fácilmente reemplazables, generalmente más de lo que creemos y casi siempre mucho más de lo que ellos piensan. Un pequeño grupo de elegidos no. Son pocos los que tienen la oportunidad de cambiar el curso de la historia, para mejor o peor. Los momentos de crisis y transición son aquellos en los que una persona en el momento y lugar justos puede tener enorme impacto. Como David Ben-Gurion hizo Israel y Abraham Lincoln rehizo Estados Unidos, Nelson Mandela refundó Sudáfrica. No sólo fue la única razón del éxito del de la Sudáfrica del post-apartheid, sino que sus liderazgo fue uno de los más importantes. Su muerte debería ser una ocasión para que los líderes se pongan a pensar cómo están cumpliendo con sus responsabilidades.

 

 

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