Yukos y sus complicaciones en Estados Unidos
Como si tuviese pocos problemas en Rusia, aparece en Nueva York una demanda por fraude contra la petrolera, sus accionistas dominantes y sus auditores. En Moscú, las cosas tampoco iban bien.
Por cierto, lo más espectacular hoy respecto del gigante de hidrocarburos –quinto en el mundo- es la irrupción policial en su sede central. Pero lo que ocurre a este lado del Atlántico tiene ribetes mucho más preocupantes; inclusive para el gobierno ruso.
La demanda judicial sostiene que se ha confundido o engañado a los inversores en lo tocante a la verdadera situación de la empresa durante los meses previos al arresto de Míajial Jodorkovsky. Por ende, también se involucra al fundador, ex presidente ejecutivo y ex accionista mayoritario del grupo. Las acusaciones van de fraude liso y llano a evasión de impuestos.
Roxwell Holdings, un fondo de inversión que tiene papeles de Yukos, se presentó el viernes ante el tribunal federal de distrito (Nueva York), alegando que Jodorkovsky y otros habían dado “datos falsos, confusos y/o inexactos, como parte de documentos públicos”. En especial, se habían disimulado u omitido “miles de millones de dólares en evasión tributaria”.
Sin identificarse, ejecutivos de Yukos admitieron el riesgo de que la petrolera afronte una bancarrota contable, quizás de hoy al viernes. En efecto, la justicia norteamericana le dio hasta el miércoles 7 para pagar 99.000 millones de rublos (alrededor de US$ 3.400 millones) y congeló las cuentas bancarias del holding que controla a la firma.
La crisis estalló realmente el jueves 1. Ese día, ya se le exigía a Yukos (manejada actualmente por el gobierno ruso) casi el mismo monto, precisamente por impuestos adeudados desde 2001. Para Vladyímir Putin –responsable por la caída de Jodorkovsky y la virtual estatización del grupo-, esto sobreviene en mal momento: podría caberle parte de las responsabilidades invocadas en la demanda. Indirectamente, la crisis financiera podría facilitar la toma de la empresa por parte de ExxonMobil (primera en el mundo) o ChevronTexaco, la cuarta.
Por cierto, lo más espectacular hoy respecto del gigante de hidrocarburos –quinto en el mundo- es la irrupción policial en su sede central. Pero lo que ocurre a este lado del Atlántico tiene ribetes mucho más preocupantes; inclusive para el gobierno ruso.
La demanda judicial sostiene que se ha confundido o engañado a los inversores en lo tocante a la verdadera situación de la empresa durante los meses previos al arresto de Míajial Jodorkovsky. Por ende, también se involucra al fundador, ex presidente ejecutivo y ex accionista mayoritario del grupo. Las acusaciones van de fraude liso y llano a evasión de impuestos.
Roxwell Holdings, un fondo de inversión que tiene papeles de Yukos, se presentó el viernes ante el tribunal federal de distrito (Nueva York), alegando que Jodorkovsky y otros habían dado “datos falsos, confusos y/o inexactos, como parte de documentos públicos”. En especial, se habían disimulado u omitido “miles de millones de dólares en evasión tributaria”.
Sin identificarse, ejecutivos de Yukos admitieron el riesgo de que la petrolera afronte una bancarrota contable, quizás de hoy al viernes. En efecto, la justicia norteamericana le dio hasta el miércoles 7 para pagar 99.000 millones de rublos (alrededor de US$ 3.400 millones) y congeló las cuentas bancarias del holding que controla a la firma.
La crisis estalló realmente el jueves 1. Ese día, ya se le exigía a Yukos (manejada actualmente por el gobierno ruso) casi el mismo monto, precisamente por impuestos adeudados desde 2001. Para Vladyímir Putin –responsable por la caída de Jodorkovsky y la virtual estatización del grupo-, esto sobreviene en mal momento: podría caberle parte de las responsabilidades invocadas en la demanda. Indirectamente, la crisis financiera podría facilitar la toma de la empresa por parte de ExxonMobil (primera en el mundo) o ChevronTexaco, la cuarta.
