Las financieras buscan a las mujeres
Las mujeres se han convertido en un codiciado objetivo del marketing financiero. Como inversoras son hábiles, prudentes y responsables. La SIA (Securities Industry Association) estima que para el año 2010 controlarán más de US$ 1 billón en activos.
En la actualidad hay en Estados Unidos unas 250.000 mujeres al frente de hogares con ingresos superiores a los US$ 100.000. Gracias a la habilidad que muestran en el campo de las inversiones, ellas inspiran confianza y ejercen influencia económica. Esto captará la atención de la industria de servicios financieros.
Si bien se desconoce la cantidad exacta de mujeres de las zonas rurales que invierte en el mercado a futuro, es probable que las agencias de corredores de bolsa ofrezcan sus servicios en igual o mayor proporción a mujeres que a hombres. En vista de que el gobierno de los Estados Unidos elimina la subvención al campo, los granjeros buscan la manera de estirar los ingresos de la cosecha. Muchos de ellos no se sienten cómodos en el mundo de las finanzas. Pero a sus esposas no les sucede lo mismo.
Estas mujeres instalan terminales que muestran los precios de los principales mercados, diversifican las inversiones para protegerse y se reúnen para aprender y beneficiarse de los mercados financieros. La revista Farm Futures realizó la misma prueba a lectores masculinos de la publicación y a mujeres de un curso de marketing para productos primarios de la Universidad de Nebraska. Y las mujeres obtuvieron las calificaciones más altas.
Importantes decisiones de compra
Según un reciente estudio llevado a cabo por el Wall Street Journal/NBC News, casi dos tercios de la población estadounidense cree que las mujeres se encuentran en iguales condiciones que los hombres a la hora de tomar decisiones sobre compras importantes. Alrededor de 60% de las personas entrevistadas para esta encuesta eran mujeres que trabajan, quienes tenían más posibilidades de tomar decisiones financieras que quienes se describieron como amas de casa.
Lo interesante fue que las que más posibilidades tenían de comprar una vivienda eran las mujeres de hogares con bajos ingresos (menos de US$ 50.000 al año). Sin embargo, las mujeres con ingresos familiares o personales superiores a US$ 50.000 dijeron que probablemente tomarían más decisiones independientes sobre inversiones que las mujeres con menores ingresos.
Adiós a los mitos de las mujeres y el dinero
Según un estudio realizado por Watson Wyatt Worldwide, existe una marcada diferencia entre hombres y mujeres respecto de los empleados que sacan provecho de las oportunidades de inversión que ofrecen los planes de trabajo. Las mujeres se arriesgan a pedir préstamos a largo plazo mucho más que los hombres.
Han dejado de tener validez — si acaso alguna vez la tuvieron –aquellos viejos estereotipos sobre la mujer y el dinero. Los expertos se ofrecen gustosos a enseñar a las mujeres los trucos de la inversión. Desde hace algún tiempo las grandes empresas ofrecen servicios a mujeres adineradas (con activos de más de US$ 500.000), aunque son pocas las compañías que parecen notar el significativo aumento de los ingresos del “sexo débil”, ingresos que treparon a US$ 75.000 o más. La gran mayoría de estas mujeres nunca se casó o está divorciada, pero sobre todo se siente ansiosa por aprender a manejar e invertir su dinero.
Mujeres inversoras al mando
Las mujeres más jóvenes también son proclives a invertir, lo que no es de sorprender dado que, en comparación con los años setenta, trabaja el doble de mujeres entre 20 y 34 años. Un cuarto de éstas tal vez nunca se case.
Más aún, nueve de cada diez terminarán haciéndose cargo de las finanzas familiares a causa de divorcio, muerte o probada habilidad. Además, un aumento de la expectativa de vida, la soledad y la longevidad obliga a las mujeres a ser personas autosuficientes.
Consecuencias de esta tendencia
De repente, proliferan libros, seminarios, conferencias y sitios Web diseñados para ayudar a la mujer a manejar su dinero y a enseñar a las más jóvenes lo importante que es planificar las finanzas a largo plazo y lograr una independencia financiera. El mercado que apunta a la información financiera dirigida a la mujer estallará en los próximos años. Por eso, sería bueno que los proveedores abrieran los ojos porque no será del todo aconsejable insinuar que las mujeres son menos capaces de manejar las inversiones financieras que los hombres.
En la actualidad hay en Estados Unidos unas 250.000 mujeres al frente de hogares con ingresos superiores a los US$ 100.000. Gracias a la habilidad que muestran en el campo de las inversiones, ellas inspiran confianza y ejercen influencia económica. Esto captará la atención de la industria de servicios financieros.
Si bien se desconoce la cantidad exacta de mujeres de las zonas rurales que invierte en el mercado a futuro, es probable que las agencias de corredores de bolsa ofrezcan sus servicios en igual o mayor proporción a mujeres que a hombres. En vista de que el gobierno de los Estados Unidos elimina la subvención al campo, los granjeros buscan la manera de estirar los ingresos de la cosecha. Muchos de ellos no se sienten cómodos en el mundo de las finanzas. Pero a sus esposas no les sucede lo mismo.
Estas mujeres instalan terminales que muestran los precios de los principales mercados, diversifican las inversiones para protegerse y se reúnen para aprender y beneficiarse de los mercados financieros. La revista Farm Futures realizó la misma prueba a lectores masculinos de la publicación y a mujeres de un curso de marketing para productos primarios de la Universidad de Nebraska. Y las mujeres obtuvieron las calificaciones más altas.
Importantes decisiones de compra
Según un reciente estudio llevado a cabo por el Wall Street Journal/NBC News, casi dos tercios de la población estadounidense cree que las mujeres se encuentran en iguales condiciones que los hombres a la hora de tomar decisiones sobre compras importantes. Alrededor de 60% de las personas entrevistadas para esta encuesta eran mujeres que trabajan, quienes tenían más posibilidades de tomar decisiones financieras que quienes se describieron como amas de casa.
Lo interesante fue que las que más posibilidades tenían de comprar una vivienda eran las mujeres de hogares con bajos ingresos (menos de US$ 50.000 al año). Sin embargo, las mujeres con ingresos familiares o personales superiores a US$ 50.000 dijeron que probablemente tomarían más decisiones independientes sobre inversiones que las mujeres con menores ingresos.
Adiós a los mitos de las mujeres y el dinero
Según un estudio realizado por Watson Wyatt Worldwide, existe una marcada diferencia entre hombres y mujeres respecto de los empleados que sacan provecho de las oportunidades de inversión que ofrecen los planes de trabajo. Las mujeres se arriesgan a pedir préstamos a largo plazo mucho más que los hombres.
Han dejado de tener validez — si acaso alguna vez la tuvieron –aquellos viejos estereotipos sobre la mujer y el dinero. Los expertos se ofrecen gustosos a enseñar a las mujeres los trucos de la inversión. Desde hace algún tiempo las grandes empresas ofrecen servicios a mujeres adineradas (con activos de más de US$ 500.000), aunque son pocas las compañías que parecen notar el significativo aumento de los ingresos del “sexo débil”, ingresos que treparon a US$ 75.000 o más. La gran mayoría de estas mujeres nunca se casó o está divorciada, pero sobre todo se siente ansiosa por aprender a manejar e invertir su dinero.
Mujeres inversoras al mando
Las mujeres más jóvenes también son proclives a invertir, lo que no es de sorprender dado que, en comparación con los años setenta, trabaja el doble de mujeres entre 20 y 34 años. Un cuarto de éstas tal vez nunca se case.
Más aún, nueve de cada diez terminarán haciéndose cargo de las finanzas familiares a causa de divorcio, muerte o probada habilidad. Además, un aumento de la expectativa de vida, la soledad y la longevidad obliga a las mujeres a ser personas autosuficientes.
Consecuencias de esta tendencia
De repente, proliferan libros, seminarios, conferencias y sitios Web diseñados para ayudar a la mujer a manejar su dinero y a enseñar a las más jóvenes lo importante que es planificar las finanzas a largo plazo y lograr una independencia financiera. El mercado que apunta a la información financiera dirigida a la mujer estallará en los próximos años. Por eso, sería bueno que los proveedores abrieran los ojos porque no será del todo aconsejable insinuar que las mujeres son menos capaces de manejar las inversiones financieras que los hombres.
