Putin, contra el escudo antiproyectiles y la independencia de Kósovo
Por un lado, Moscú llega a acuerdo con Ucrania por el gas. Por otro, define como ilegal la independencia del enclave albanés en Serbia. En el tercer frente, señaló que Rusia apuntará sus proyectiles si la Otan tiende el escudo fronterizo.
16 febrero, 2008
En realidad, lo que Vladyímir Putin es la balcanización de la ex Yugolavia y el surgimento de estados poco viables, tal como sucediera en el siglo XIX. En el caso actual, Kósovo y Bosnia-Hertsegóvina. La primera es una ex provincia serbia que, con los siglos, fue ocupaba por la etnia albanesa, hoy predominante.
En todo caso, 80% de Kósovo debiera unirse a Albania misma. Pero Rusia no quiere saber nada de eso porque, también desde el siglo XIX, ha tenido una política proserbia. En cuanto a Bosnia, fue un absurdo invento de Austria para ocupar esa región en 1878 y anexarla en 1908. Esto llevó –vía magnicidio en su capital, Sarajevo- a la primera guerra mundial y el colapso de dos imperios: austrohúngaro y otomano.
Fiel a viejos errores geopolíticos (uno fue la prematura descolonización, respetando los absurdos límites dibujados por las potencias europeas), Naciones Unidas manejó lo peor posible la desintegración de Yugoslavia en los años 90. Como afirma Putin, exagerando las cosas, Bosnia, Kósovo, Macedonia norte y Montenegro debieran regresar a Serbia Pero lo más sensato sería rearmar Yugoslavia como una confederación de estados autónomos.
En realidad, lo que Vladyímir Putin es la balcanización de la ex Yugolavia y el surgimento de estados poco viables, tal como sucediera en el siglo XIX. En el caso actual, Kósovo y Bosnia-Hertsegóvina. La primera es una ex provincia serbia que, con los siglos, fue ocupaba por la etnia albanesa, hoy predominante.
En todo caso, 80% de Kósovo debiera unirse a Albania misma. Pero Rusia no quiere saber nada de eso porque, también desde el siglo XIX, ha tenido una política proserbia. En cuanto a Bosnia, fue un absurdo invento de Austria para ocupar esa región en 1878 y anexarla en 1908. Esto llevó –vía magnicidio en su capital, Sarajevo- a la primera guerra mundial y el colapso de dos imperios: austrohúngaro y otomano.
Fiel a viejos errores geopolíticos (uno fue la prematura descolonización, respetando los absurdos límites dibujados por las potencias europeas), Naciones Unidas manejó lo peor posible la desintegración de Yugoslavia en los años 90. Como afirma Putin, exagerando las cosas, Bosnia, Kósovo, Macedonia norte y Montenegro debieran regresar a Serbia Pero lo más sensato sería rearmar Yugoslavia como una confederación de estados autónomos.