Una riña con LAN que arriesga millones

El conflicto con la empresa aérea chilena agrega una nueva mácula a la complicada relación bilateral, de la que Argentina obtiene un superávit que equivale a un tercio del que le genera toda la balanza comercial.

23 agosto, 2013

En un momento en que las políticas del gobierno están dirigidas a generar dólares y superávit, en la semana el organismo regulador de aeropuertos modificó la condición contractual en la que opera la empresa de aviación LAN en el aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, lo cual pone en riesgo una relación bilateral que genera por sí sola un tercio del superávit comercial total, analiza el director general de Desarrollo de Negocios Internacionales, Marcelo Elizondo.

 

El canciller de Chile reaccionó por instrucción del Presidente Piñera y ha solicitado explicaciones a Argentina, lo que se agrega a una serie de discusiones que últimamente vienen entorpeciendo las relaciones con el país vecino. Todo esto hace presumir que Chile reaccione formalmente ante una nueva discriminación a una empresa extranjera que opera en Argentina.

 

Las consecuencias no son desdeñables. En los primeros cinco meses del año en curso, ya que Chile, con 5.064 millones de dólares, es el tercer receptor de nuestras exportaciones, detrás de China, segundo en un mercado en que Brasil se ha consolidado como principal destino. El año anterior se exportó a Chile.

 

Pero si se considera que Argentina tiene países con los que genera déficits y otros con los que genera superávit bilateral y que el superávit general que se logra (prioridad del gobierno) es consecuencia de sumar y restar esos superávits y déficits individuales, Chile genera el más alto superávit con cualquier país del mundo.

 

En 2011, el superávit de la relación con Chile fue de 6.723 millones de dólares, y en 2012 llegó a nada menos que 4.053 millones de dólares. Se trata de un superávit que equivale al tercio del superávit total que genera Argentina con todo el mundo.

 

En el primer semestre de 2013, a la vez, el mayor superávit bilateral también se ha obtenido con Chile (1.411 millones de dólares), muy superior a los superávits alcanzados por quienes generan otros superávits como Arabia Saudita (854 millones de dólares), Venezuela (781 millones de dólares), Argelia (751 millones de dólares), Canadá (671 millones de dólares), y Perú (608 millones de dólares).

 

Encuadre

 

La Argentina ha generado no pocos conflictos con diversos países, que a la vez han producido efectos perjudiciales por las reacciones que provocó.

Desde la restricción en la compra de aceites de China, hasta las retaliaciones españolas en los biocombustibles, pasando por las denuncias ante la OMC presentadas por diversos países, hay no pocos ejemplos de reacciones ante decisiones argentinas que finalmente perjudicaron a nuestro país.

 

Retaliaciones al comercio, denuncias ante organismos jurisdiccionales o simplemente enfriamientos políticos que dificultan las labores de los actores económicos, las reacciones finalmente perjudican a las relaciones económicas en su conjunto.

 

Se destacan en este plano la denuncia ante la OMC por proteccionismo de Japón, EEUU y la Unión Europea (además de otros países como Panamá y México), el conflicto por deuda impaga ante el Club de Paris, el conflicto con la UE por la aplicación de diversas medidas por parte de Argentina (principalmente la estatización de las acciones de Repsol en YPF y la implementación de medidas restrictivas del comercio), las controversias aun no resueltas ante los tribunales del CIADI o la no aplicación (como debe ocurrir por ser parte del mismo y tener firmado el tratado constitutivo) del capítulo IV del FMI.

 

Los países, uniones de países y organizaciones con las que Argentina tiene conflictos expresos abiertos representan un conjunto de destinos a los que nuestro país envía productos exportados por alrededor de 26.000 millones de dólares en el último periodo anual (2012). A esto debe agregársele que estos países son destino de aproximadamente 7.000 millones de dólares adicionales en material de servicios.

 

Si solo nos referimos al comercio de los bienes, esto implica poner en riesgo más del 30% del total de las exportaciones.

 

Además, entre los incluidos en los conflictos expresos están algunos de los principales receptores de exportaciones argentinas como EEUU, España, Alemania, Holanda o Canadá -además ahora de Chile- todos integrantes de la lista de diez principales destinos de las exportaciones argentinas en los últimos ejercicios anuales.

 

La reciente diferencia generada con LAN (que comenzó con la suspensión de la prevista reunión entre los Presidentes Piñera y Fernández de Kirchner hace unos días y sigue con los pedidos de explicación por parte de la Cancillería de Chile, y probablemente escale en caso de que la Argentina no rectifique una política que ha tenido antes ya discriminaciones contra LAN, como por ejemplo en el acceso a las mangas en los aeropuertos), resulta un conflicto en una relación que genera grandes beneficios a la economía argentina y que por ello es extrañamente afectada.

 

La relación con Chile

Chile ha sido históricamente uno de los primeros 3 mercados para Argentina. En el año 2010, las exportaciones a Chile habían sido de 4.489 millones de dólares, y en 2011 subieron a 4.748 millones de dólares. En 2012 las exportaciones a Chile llegaron a 5.064 millones de dólares y en los primeros 5 meses de 2013 las ventas al vecino del oeste se elevaron a 1.806 millones de dólares.

 

Así, Chile es aún hoy el tercer principal mercado para las exportaciones argentinas, detrás de Brasil y China.

 

Las importaciones desde Chile, mientras tanto, que fueron en 2011 de 885 millones de dólares se elevaron a 1.092 millones de dólares en 2012. Las importaciones desde Chile fueron de 1.011 millones de dólares en los primeros 5 meses de 2013.

 

A Chile se le ha venido exportando, entre diferentes rubros, y en promedio en los últimos años, aceite de petróleo (unos 500 millones de dólares), propano licuado (unos 140 millones), gas de petróleo (unos 200 millones), gas natural (180 millones), butano (60 millones), algo de maíz en grano (unos 80 millones anuales), aves congeladas (18 millones) sorgo granífero (80 millones), vehículos para transporte de personas (60 millones) y de transporte de mercancías (unos 30 millones de dólares), carnes rojas (unos 80 millones), algunos cosméticos como desodorantes y antitranspirantes (uno 30 millones), aleaciones de aluminio (unos 30 millones), y malta (unos 20 millones de dólares).

 

Las últimas discusiones

Las relaciones con Chile han generado no pocas diferencias últimamente.

 

El día 1 de octubre de 2011 fue publicado en el Diario Oficial de la Republica de Chile el Decreto Nº 825 Exento, por el cual el Ministerio de Hacienda dispuso la aplicación de una medida de antidumping del 9,7% a la harina de trigo proveniente de Argentina.

 

La medida se enmarcó en el procedimiento llevado adelante por la Comisión Nacional encargada de investigar la existencia de distorsiones en el precio de mercaderías importadas -organismo publico integrado por representantes de diversos ministerios y entes chilenos-, e iniciado por las empresas molineras de Chile.

 

Chile acusó a Argentina desde hace años (y ha aplicado varias medidas similares antes) de tener una política de precios, regulaciones al comercio, tributos y otros instrumentos intervencionistas que influyen en los precios de sus exportaciones afectando su mercado.

 

En abril de 2012, mientras tanto, el Gobierno chileno expresó formalmente a las autoridades argentinas su “preocupación” por las trabas comerciales impuestas en el vecino país, en ocasión de la visita que su presidenta, Cristina Fernández, hizo a Santiago de Chile. “Ciertamente es un tema que nos preocupa porque es un país amigo”, declaró entonces a la prensa el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

 

Las quejas se refirieron a la denominada Declaración Jurada Anticipada, que entró en vigor el 1 de febrero del año pasado y obligó a todos los empresarios a presentar los datos referidos a las importaciones que van a realizar antes de emitir la orden de compra. Según un comunicado oficial difundido por el propio gobierno chileno, el director general de Relaciones Económicas Internacionales(Direcon) de Chile, Jorge Bunster, se reunió con autoridades delGobierno argentino para analizar este asunto y en esas reuniones “se les transmitió la preocupación del Gobierno chileno y el sector exportador”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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