Severa advertencia militar en Chile

La batalla legal del ex dictador: la orden de arresto a Pinochet genera el rechazo castrense . El jefe de la armada dijo que la institución está tensionada "al máximo" y que puede reaccionar "en forma inconveniente".

4 diciembre, 2000

En un intento por presionar al gobierno luego del procesamiento y la orden de detención del general Augusto Pinochet, las fuerzas armadas chilenas, “tensionadas al máximo”, intensificaron ayer (lunes 4) sus advertencias sobre posibles reacciones “inconvenientes”.

El jefe de la armada, almirante Jorge Arancibia, fue el encargado de formular una crítica amenaza en declaraciones al diario El Mercurio, y describió la situación que se vive desde el viernes, cuando el juez Juan Guzmán anunció el sometimiento a proceso y una orden de arresto domiciliario de Pinochet, como “crítica”.

“Diría que hemos vuelto a un pantano, del cual parecía que estábamos en vías de liberación –señaló Arancibia–. Lo resuelto es extremadamente grave para los propósitos de superar la coyuntura confrontacional que tan lamentablemente ha desgastado a la sociedad chilena.”.

La presión más evidente que los militares buscan hacer sobre el Poder Judicial es a través del Consejo de Seguridad Nacional, un organismo asesor integrado por los cuatro comandantes en jefe y por cuatro representantes de los poderes civiles. Pero los jefes militares se han encontrado con la resistencia del gobierno.

El sábado, el jefe del ejército, general Ricardo Izurieta, no logró convencer al vicepresidente, José Miguel Insulza, de reunir al Consejo.

Insulza ha estado en permanente comunicación con el presidente Ricardo Lagos, quien está todavía en México, adonde viajó para la asunción de Vicente Fox.

En tanto, hoy debe verse en una de las salas de la Corte de Apelaciones capitalina el recurso de amparo presentado el sábado por la defensa de Pinochet, destinado a dejar sin efecto la resolución de Guzmán.

El fundamento de la defensa es la supuesta ilegalidad de Guzmán, que decidió procesar a Pinochet sin haberlo interrogado y antes de someterlo a los exámenes mentales que él mismo decretó, para determinar si está en condiciones de enfrentar un proceso, a sus 85 años.

Antes de pronunciarse, sin embargo, los tres magistrados que integran la Corte de Apelaciones pedirán al juez Guzmán que explique, en un plazo de 48 horas, las razones que tuvo para encausar al ex dictador, que gobernó entre 1973 y 1990.

Sólo pasado mañana, se sabrá si el procesamiento y la orden de arresto del ex dictador chileno son ratificados o rechazados.

En un intento por presionar al gobierno luego del procesamiento y la orden de detención del general Augusto Pinochet, las fuerzas armadas chilenas, “tensionadas al máximo”, intensificaron ayer (lunes 4) sus advertencias sobre posibles reacciones “inconvenientes”.

El jefe de la armada, almirante Jorge Arancibia, fue el encargado de formular una crítica amenaza en declaraciones al diario El Mercurio, y describió la situación que se vive desde el viernes, cuando el juez Juan Guzmán anunció el sometimiento a proceso y una orden de arresto domiciliario de Pinochet, como “crítica”.

“Diría que hemos vuelto a un pantano, del cual parecía que estábamos en vías de liberación –señaló Arancibia–. Lo resuelto es extremadamente grave para los propósitos de superar la coyuntura confrontacional que tan lamentablemente ha desgastado a la sociedad chilena.”.

La presión más evidente que los militares buscan hacer sobre el Poder Judicial es a través del Consejo de Seguridad Nacional, un organismo asesor integrado por los cuatro comandantes en jefe y por cuatro representantes de los poderes civiles. Pero los jefes militares se han encontrado con la resistencia del gobierno.

El sábado, el jefe del ejército, general Ricardo Izurieta, no logró convencer al vicepresidente, José Miguel Insulza, de reunir al Consejo.

Insulza ha estado en permanente comunicación con el presidente Ricardo Lagos, quien está todavía en México, adonde viajó para la asunción de Vicente Fox.

En tanto, hoy debe verse en una de las salas de la Corte de Apelaciones capitalina el recurso de amparo presentado el sábado por la defensa de Pinochet, destinado a dejar sin efecto la resolución de Guzmán.

El fundamento de la defensa es la supuesta ilegalidad de Guzmán, que decidió procesar a Pinochet sin haberlo interrogado y antes de someterlo a los exámenes mentales que él mismo decretó, para determinar si está en condiciones de enfrentar un proceso, a sus 85 años.

Antes de pronunciarse, sin embargo, los tres magistrados que integran la Corte de Apelaciones pedirán al juez Guzmán que explique, en un plazo de 48 horas, las razones que tuvo para encausar al ex dictador, que gobernó entre 1973 y 1990.

Sólo pasado mañana, se sabrá si el procesamiento y la orden de arresto del ex dictador chileno son ratificados o rechazados.

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