Las cifras, difundidas por los deparmentos de Comercio y de Trabajo, marcan un paralelo entre inestabilidad laboral y ventas flojas. Así, los pedidos de ayuda por desempleo registran el décimo séptimo record mensual seguido. Lo malo es que este indicador no dé señales de ceder, lo cual define la peor recesión en el país desde 1958. <br />
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En verdad, las órdenes de compra de bienes durables repuntaron 1,9% e abril pero tras una baja de 2,1% en marzo. Esta cifra doblaba las proyecciones oficiales. <br />
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Un día antes, se informó que continuaban aumentando los embargos hipotecarios, otro efecto del desempleo en la clase media. Las nuevas cifras sobre bienes durables señalan que la contracción económica tal vez afloje, pero no hay indicios de una reacción clara ni sostenida. <br />
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Si no comienza a descender, por cierto, la desocupación mantendrá deprimido el gasto individual. El sector privado, pues, seguirá renuente a invertir y la construcción residencial tampoco recobrará fuerzas. En cuanto a Wall Street, en esta fase del proceso pierde relevancia, opera poco y sus alzas o bajas son básicamente especulativas. <br />
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Los bienes durables rozan un piso; sube el desempleo
La demanda de bienes durables en Estados Unidos alcanza el mínimo en cerca de trece años, o sea desde 1996. Entretanto, los norteamericanos que cobran subsidios por desocupación sumaban en abril poco menos de 6.790.000