Las familias consumirán menos por las tarifas

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Ante el esperado ajuste en tarifas y transporte, las familias tendrán menores márgenes de presupuesto para compras y las preferencias se concentrarán en los bienes durables, que son vistos como refugio de valor.

Sin margen para avanzar en la creación de empleo, con salarios que no crecerían más que la inflación y con el esperado ajuste en las tarifas de servicios y transporte, la expansión del consumo en 2014 estaría apenas entre un 1,2% y un 1,8% con relación a 2013.

En 2014, las variables que configuraron lo que podríamos llamar “el círculo virtuoso del consumo nacional” se debilitarán. En su lugar empujarán otras variables, que aunque sostendrán un poco el crecimiento de la demanda, son factores que se corresponden más con un comportamiento provocado por los desequilibrios macroeconómicos y también los reproducen, analiza Soledad Pérez Duhalde, coordinadora de Análisis Económico de abeceb.com.

Las variables virtuosas del consumo, que llegaban por el lado de la demanda, fueron hasta ahora: el crecimiento general del nivel empleo que ya se encuentra en máximos históricos; el crecimiento de los salarios por encima de la inflación real y; el fuerte empuje del crédito al consumo en especial con tarjetas.

 

Para el cierre de este año se constatará que la generación de puestos de trabajo en niveles de importancia se detuvo y que, por primera vez en una década, la suba de los salarios estuvo por debajo de la de los precios. Por lo que estas dos variables dejarán de traccionar a la demanda agregada.

Por su parte, el crédito se mantendrá en alza pero a niveles más bajos de los que hemos visto y las tasas de interés empiezan a subir tras un período en el que permanecieron planchadas.

 

Asimismo los consumidores argentinos ya están endeudados y la cantidad de tarjetas en circulación ya supera al 100% de la Población Económicamente Activa (PEA), por lo que se acerca el límite de crecimiento por el lado del otorgamiento de plásticos.  Como se ve, los distintos combustibles que alimentaron al motor del consumo hasta el año pasado comienzan a escasear este año. Y para 2014 todo indica que la luz de alerta se encenderá. 

 

El factor cepo

 

Claramente, el ritmo al que pueda aumentar el consumo dependerá mucho de las negociaciones salariales. Para el año que viene, al igual que para el que está finalizando, no se espera que los salarios puedan ganarle la pulseada a la inflación. Lo que se suma a las esperadas subas de tarifas en los servicios, el transporte y los combustibles, que competirán por la porción del presupuesto familiar que hoy se dedica a las compras. Aún así, en abeceb.com estimamos que la demanda en 2014 se expandiría en un que va de entre un 1,2% y un 1,8% en comparación con 2013. Lo que en efecto será una desaceleración con relación al 3,2% de crecimiento con el que se espera que termine este año, en comparación con 2012. Las variables que empujarán este magro crecimiento de la demanda están asociadas básicamente al cepo cambiario. Las restricciones a la compra de divisas van a continuar, por lo que el ahorro en dólares seguirá siendo posible sólo a través del mercado paralelo donde la oferta es muy limitada.

 

Por lo tanto, dada la falta de alternativas de inversión y la elevada inflación, el cepo jugaría a favor del consumo. Los argentinos se volcarán a las compras para tratar de ganarle a la pérdida de poder adquisitivo y, para tratar de encontrar un refugio de valor para el caso de las compras de bienes durables. Para 2014, la dinámica del consumo no será la misma que en años anteriores. El crecimiento de la demanda agregada seguirá siendo de vital importancia para la economía nacional, pero es hora de buscar un mayor impulso en otras variables que ya se tornan de atención urgente, como es el caso de la inversión productiva y la competitividad de las exportaciones.

 

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