Italia: Una crisis larvada amenaza a 100-150.000 puestos laborales
Según el informe de una fuerza de tareas a Silvio Berlusconi, hay unas 50 empresas al borde del desastre. No por problemas de competencia sino por crisis estrucurales. Ya en 2003 hubo 70,5% más despidos que en 2002.
“Si el Gobierno se resuelve a reunir los sectores sociales y económicos, no será sólo para encarar problemas de competencia. También deberá afrontar una crisis larvada en el sistema productivo y los servicios reales”, sostiene la fuerza de tareas creada con vistas a esa convocatoria. “Hay unas 50 empresas en severo peligro. Eso implica 100.000 a 150.000 puestos laborales amenazados”, agrega Savino Pezzotta, presidente de la CISL (una de las confederaciones gremiales italianas) y miembro del grupo.
También el jefe de la fuerza, Gianfranco Borghini, cree que el problema de fondo no es cuestión de competencia sino de contracción económica, ahora agravada por la inflación y un “supereuro” que traba exportaciones o encarece importaciones. El precio de los combustibles es apenas el síntoma más perceptible por la población. Las menores compras por fiestas ilustran la situación.
En verdad, el informe estima en cerca de 90 las sociedades en aprietos, pero reduce a 58.000 su dotación laboral conjunta. A su vez, las tres federaciones laborales (la citada, CGIL y UIL) insisten en cifras muy superiores. Por su parte, Confindustria –la central patronal, encabezaba por Luca Montezemolo- no ha difundido cifras propias. Pero admite que el “clima de crisis afecta a todas las regiones del país y no se limita a actividades maduras. También hay serios problemas en electrónica, telecomunicaciones y tecnología informática”.
La cantidad de sociedades en la picota varía según se tomen las áreas más expuestas o los nombres más altisonantes. En el segundo caso, aparecen Parlamat, Alitalia, Volare, Alcatel, CIT, Cirio, Tecnosistemi, Finmatica, ThyssenKrupp Italia, Impregilo, Finsiel, etcétera.
“Si el Gobierno se resuelve a reunir los sectores sociales y económicos, no será sólo para encarar problemas de competencia. También deberá afrontar una crisis larvada en el sistema productivo y los servicios reales”, sostiene la fuerza de tareas creada con vistas a esa convocatoria. “Hay unas 50 empresas en severo peligro. Eso implica 100.000 a 150.000 puestos laborales amenazados”, agrega Savino Pezzotta, presidente de la CISL (una de las confederaciones gremiales italianas) y miembro del grupo.
También el jefe de la fuerza, Gianfranco Borghini, cree que el problema de fondo no es cuestión de competencia sino de contracción económica, ahora agravada por la inflación y un “supereuro” que traba exportaciones o encarece importaciones. El precio de los combustibles es apenas el síntoma más perceptible por la población. Las menores compras por fiestas ilustran la situación.
En verdad, el informe estima en cerca de 90 las sociedades en aprietos, pero reduce a 58.000 su dotación laboral conjunta. A su vez, las tres federaciones laborales (la citada, CGIL y UIL) insisten en cifras muy superiores. Por su parte, Confindustria –la central patronal, encabezaba por Luca Montezemolo- no ha difundido cifras propias. Pero admite que el “clima de crisis afecta a todas las regiones del país y no se limita a actividades maduras. También hay serios problemas en electrónica, telecomunicaciones y tecnología informática”.
La cantidad de sociedades en la picota varía según se tomen las áreas más expuestas o los nombres más altisonantes. En el segundo caso, aparecen Parlamat, Alitalia, Volare, Alcatel, CIT, Cirio, Tecnosistemi, Finmatica, ThyssenKrupp Italia, Impregilo, Finsiel, etcétera.
