Difícil situación en México

El presidente Fox presentará hoy al Congreso su proyecto de reforma fiscal, que ya generó numerosas críticas. Ni siquiera tiene el respaldo pleno de los legisladores de su partido. Por Verónica Sanz

3 abril, 2001

(EFE).- El presidente de México, Vicente Fox, deberá hacer gala de todo su poder de persuasión para conseguir que se apruebe su proyecto de reforma fiscal, que ha sido blanco de numerosas críticas y será presentado hoy (martes 3) ante el Congreso.

En un intento por convencer a la población y a los partidos políticos de las “bondades” del proyecto, Fox pronunció anoche un mensaje a la nación para exponer los detalles de la iniciativa.

El presidente reconoció que el proyecto gubernamental prevé la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 15% a los alimentos y medicinas, actualmente exentos, lo que, según la oposición, perjudicará a los sectores más desfavorecidos.

“Mienten aquellos que dicen que con esta reforma afectamos a los más pobres”, aseguró Fox, quien comentó que actualmente los que se benefician de la exención del IVA son “los que más consumen y los que más tienen”.

Fox explicó que no se aplicará el IVA a “una canasta básica de medicamentos”, y que la tasa máxima del Impuesto Sobre la Renta se reducirá de 40% a 32%.

Además, el mandatario aseguró que los trabajadores que ganan hasta 50.000 pesos anuales (unos US$ 5.208) estarán exentos del pago del Impuesto Sobre la Renta, y que las personas de menores ingresos recibirán un complemento directo adicional a su salario.

“Con esta reforma, los cinco millones de familias de menores ingresos no pierden; se benefician y mucho”, aseguró Fox.

La propuesta del Ejecutivo, en particular la de gravar alimentos y medicinas, ha polarizado a los distintos sectores políticos, económicos y sociales del país.

Mientras los empresarios están divididos, la izquierda y los organismos de defensa al consumidor la rechazan por considerar que perjudicará directamente a los más pobres.

Los partidos de oposición en el Congreso, donde ninguna fuerza política tiene mayoría, ya han anunciado que no darán luz verde a la propuesta gubernamental, lo que podría impedir que el proyecto se apruebe en la actual legislatura, que concluirá a finales de mes.

“Es injusta y bastante cruel, porque generaría una carga extra para más de la mitad de la población que dedica 50% de sus ingresos para adquirir alimentos y medicinas”, comentó el coordinador en la Cámara de Diputados del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Martí Bartres.

El diputado advirtió que si el Gobierno insiste en gravar con el IVA a los productos de primera necesidad, su partido iniciará movilizaciones de protesta por todo el país para evitar “que se consume una injusticia contra las clases más necesitadas”.

El PRD presentó ayer a Fox un proyecto alternativo para no golpear a los más desfavorecidos, que incluye el aumento de la base tributaria y la lucha contra la evasión fiscal y los regímenes especiales, que “sólo benefician a los poderosos y a los de mayores recursos”.

El Partido Verde (PVEM), el del Trabajo (PT), y un sector del Revolucionario Institucional (PRI) también anunciaron que no aprobarán el proyecto, mientras que el conservador Acción Nacional (PAN, de Fox) está dispuesto a apoyarlo con algunas modificaciones.

La Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor afirmo que de aprobarse la reforma fiscal habrá “un brutal encarecimiento de la vida” y se generará más pobreza.

En un sentido similar se pronunció el alcalde de Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, quien anunció que presentará una protesta formal contra la iniciativa ante el Gobierno.

Por su parte, la mayoría de los sectores empresariales coinciden en que el país requiere de una reforma integral para incrementar los ingresos públicos y reducir la dependencia del petróleo, aunque critican la propuesta gubernamental por su carácter “eminentemente recaudatorio”.

(EFE).- El presidente de México, Vicente Fox, deberá hacer gala de todo su poder de persuasión para conseguir que se apruebe su proyecto de reforma fiscal, que ha sido blanco de numerosas críticas y será presentado hoy (martes 3) ante el Congreso.

En un intento por convencer a la población y a los partidos políticos de las “bondades” del proyecto, Fox pronunció anoche un mensaje a la nación para exponer los detalles de la iniciativa.

El presidente reconoció que el proyecto gubernamental prevé la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 15% a los alimentos y medicinas, actualmente exentos, lo que, según la oposición, perjudicará a los sectores más desfavorecidos.

“Mienten aquellos que dicen que con esta reforma afectamos a los más pobres”, aseguró Fox, quien comentó que actualmente los que se benefician de la exención del IVA son “los que más consumen y los que más tienen”.

Fox explicó que no se aplicará el IVA a “una canasta básica de medicamentos”, y que la tasa máxima del Impuesto Sobre la Renta se reducirá de 40% a 32%.

Además, el mandatario aseguró que los trabajadores que ganan hasta 50.000 pesos anuales (unos US$ 5.208) estarán exentos del pago del Impuesto Sobre la Renta, y que las personas de menores ingresos recibirán un complemento directo adicional a su salario.

“Con esta reforma, los cinco millones de familias de menores ingresos no pierden; se benefician y mucho”, aseguró Fox.

La propuesta del Ejecutivo, en particular la de gravar alimentos y medicinas, ha polarizado a los distintos sectores políticos, económicos y sociales del país.

Mientras los empresarios están divididos, la izquierda y los organismos de defensa al consumidor la rechazan por considerar que perjudicará directamente a los más pobres.

Los partidos de oposición en el Congreso, donde ninguna fuerza política tiene mayoría, ya han anunciado que no darán luz verde a la propuesta gubernamental, lo que podría impedir que el proyecto se apruebe en la actual legislatura, que concluirá a finales de mes.

“Es injusta y bastante cruel, porque generaría una carga extra para más de la mitad de la población que dedica 50% de sus ingresos para adquirir alimentos y medicinas”, comentó el coordinador en la Cámara de Diputados del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Martí Bartres.

El diputado advirtió que si el Gobierno insiste en gravar con el IVA a los productos de primera necesidad, su partido iniciará movilizaciones de protesta por todo el país para evitar “que se consume una injusticia contra las clases más necesitadas”.

El PRD presentó ayer a Fox un proyecto alternativo para no golpear a los más desfavorecidos, que incluye el aumento de la base tributaria y la lucha contra la evasión fiscal y los regímenes especiales, que “sólo benefician a los poderosos y a los de mayores recursos”.

El Partido Verde (PVEM), el del Trabajo (PT), y un sector del Revolucionario Institucional (PRI) también anunciaron que no aprobarán el proyecto, mientras que el conservador Acción Nacional (PAN, de Fox) está dispuesto a apoyarlo con algunas modificaciones.

La Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor afirmo que de aprobarse la reforma fiscal habrá “un brutal encarecimiento de la vida” y se generará más pobreza.

En un sentido similar se pronunció el alcalde de Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, quien anunció que presentará una protesta formal contra la iniciativa ante el Gobierno.

Por su parte, la mayoría de los sectores empresariales coinciden en que el país requiere de una reforma integral para incrementar los ingresos públicos y reducir la dependencia del petróleo, aunque critican la propuesta gubernamental por su carácter “eminentemente recaudatorio”.

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