Moodys podría cuestionar compras apalancadas

La agencia calificadora contempla adoptar actitudes más severas respecto de firmas controladas por fondos de capital extrabursátil. Vale decir, resultantes de compras apalancadas, canal hoy en declinación.

16 enero, 2008

Moody’s Investors Service, según en un trabajo preparado por expertos en la materia, estudia reclasificar un grupo de compañìas. Lo hará por su proclividad a eliminar dividendos en efectivo a los accionistas, tendencia que se inició en 2002.

En realidad, el propio mecanismo de esos fondos y sus compras apalancadas lo explica: el primer paso es sacar de bolsa el activo a tomar, achicar y revender. La nómina de esos operadores incluye Cerberus Capital (que tiene dificultades con Chrysler, su compra más espectacular), Carson, Providence, Carlyle, Madison Dearborn y THL.

Otro grupo –Kravis Kohberg Roberts, Blackstone, Bain Capital, etc.- ha afectado menos los dividendos de terceros. En general, estas recapitalizaciones compulsivas son resistidas, pues permiten a los fondos especulativos obtener ganancias rápido y, por ende, correr menos riesgos. Como contrapartida, suelen dejan a las compañías tomadas en precaria situación financiera, en especial sin caja suficiente.

La agencia sostiene que accionistas e inversores deben tener mejore posibilidades de evaluar esa clase de transacciones y sus riesgos. Su informe, centrado en casos que datan de un año o más, propone bases para reencarar la calificación. En síntesis, es factible que en esas compras apalancadas se hayan impuesto criterios por demás agresivos, especialmente a la luz del actual enfriamiento económico en Estados Unidos y desbarranques bursátiles como el del martes 15.

Moody’s Investors Service, según en un trabajo preparado por expertos en la materia, estudia reclasificar un grupo de compañìas. Lo hará por su proclividad a eliminar dividendos en efectivo a los accionistas, tendencia que se inició en 2002.

En realidad, el propio mecanismo de esos fondos y sus compras apalancadas lo explica: el primer paso es sacar de bolsa el activo a tomar, achicar y revender. La nómina de esos operadores incluye Cerberus Capital (que tiene dificultades con Chrysler, su compra más espectacular), Carson, Providence, Carlyle, Madison Dearborn y THL.

Otro grupo –Kravis Kohberg Roberts, Blackstone, Bain Capital, etc.- ha afectado menos los dividendos de terceros. En general, estas recapitalizaciones compulsivas son resistidas, pues permiten a los fondos especulativos obtener ganancias rápido y, por ende, correr menos riesgos. Como contrapartida, suelen dejan a las compañías tomadas en precaria situación financiera, en especial sin caja suficiente.

La agencia sostiene que accionistas e inversores deben tener mejore posibilidades de evaluar esa clase de transacciones y sus riesgos. Su informe, centrado en casos que datan de un año o más, propone bases para reencarar la calificación. En síntesis, es factible que en esas compras apalancadas se hayan impuesto criterios por demás agresivos, especialmente a la luz del actual enfriamiento económico en Estados Unidos y desbarranques bursátiles como el del martes 15.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades