Una posible solución es hacer un test a toda la población para averiguar si tienen anticuerpos para el COVID-19. Luego dar a todos aquellos que sí tienen anticuerpos, o sea que dan positivo, un “pasaporte de inmunidad” que les permita salir de la cuarentena. Varios países, incluidos Alemania y Gran Bretaña, están analizando esa posibilidad.
Por qué anticuerpos. Entre 6 y 10 días de una exposición al virus SARS cov-2, el virus que causa covid-19, el cuerpo comienza a desarrollar anticuerpos que se unen y reaccionan a las proteínas que se encuentran en la superficie del virus. En una persona que sobrevivió a la infección la sangre debería tener esos anticuerpos, aunque se desconoce cuánto tiempo se siguen produciendo una vez que la persona se ha recuperado. Si hay presencia de anticuerpos, la persona debería estar inmune.
Pero no es tan sencillo. Interpretar los resultados de un test de inmunidad dista mucho de ser sencillo. Todavía se sabe muy poco sobre cómo es la inmunidad humana a esa enfermedad, cuánto dura, si una respuesta inmune impide la re-infección y si la persona todavía podría ser contagiosa aun después de que se han disipado los síntomas y ha desarrollado anticuerpos. Además, los tests hasta ahora están plagados de imprecisiones. Hasta que no mejoren, no son confiables como base para otorgar un pasaporte de inmunidad.