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Hasta hace más o menos un año, mucha gente tomó con pinzas la promesa que hacía la industria de la videoconferencia cuando decía que su tecnología de última generación eliminaría la necesidad de tomar un avión y viajar para asistir a una reunión en otra parte. Pero desde principios de este año, el aumento de las ventas demuestra que la videoconferencia, en verdad, comienza a usarse para reemplazar el viaje de negocios. <br />
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Para conexiones familiares y sociales se usa, por ejemplo, una simple conexión Skype (pequeñas cámaras y micrófonos enganchados a una PC). Skype y otros productos son baratos e ideales para uso social y hasta también para negocios. En realidad, el uso de Skype fue un poco lo que motorizó el desarrollo de lo último en teleconferencia, que es la “telepresencia”. “La técnica hizo pensar que el video es una posibilidad realista de comunicarse para temas de negocios”, ha dicho Marc Trachtenberg, CEO de Teliris, un gran jugador en el campo de la telepresencia, junto con competidores como Cisco Systems. <br />
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Con el producto más sofisticado de Teliris (Cisco tiene un producto similar), uno ve un espacio que parece la mitad de un salón de reuniones y tiene ante sí una pared de hasta seis pantallas de alta definición que dan la ilusión de estar en el mismo lugar con personas que en realidad, están en lugares distantes. <br />
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Luego de algunos minutos, no es fácil decir dónde termina la sala real y dónde comienza la virtual. El sistema cuesta US$ 150.000 a $200.000 por unidad. Una opción mucho más barata es un sistema de escritorio de alta definición que cuesta menos de US$ 10.000. Todos los sistemas, desde el de Skype hasta el de la telepresencia, son compatibles entre sí. <br />
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Nadie supone que la videoconferencia vaya a reemplazar más de un pequeño segmento de los viajes de negocios, aunque el tamaño de ese segmento vaya creciendo día a día y tal vez más rápido de lo que se suponía.
La videoconferencia avanza a paso firme
El Skype fue su precursor, pues hizo pensar por primera vez que el video podía servir para hacer negocios. Nunca va a reemplazar por completo los viajes de negocios, pero ya los está reduciendo.