<p>Por ejemplo, el aluvión de importaciones baratas siempre causa pánico entre empresas locales, que reclaman protecciones a sus Gobiernos.<br />
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Si los Gobiernos no hacen planeamiento estratégico para encontrar un segmento que los beneficie, deberán hacerlo los mismos empresarios.<br />
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A veces lo consiguen, a veces no. Ese es el planteo de un ensayo publicado por Diana Farrell, Antonio Puron y Jaana K. Remes en <em>The McKinsey Quarterly.</em> De paso, les recuerdan dos cosas: la primera, que siempre hay maneras de competir; la segunda, que ningún país retiene por siempre su condición de productor de bajo costo. <br />
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En lugar de tratar de imitar a China y pagar sueldos bajos a trabajadores poco calificados, el gerente de una empresa ubicada en un país secundario debería acometer tres tareas para contribuir a su propio crecimiento y, de paso, al desarrollo económico nacional:<br />
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a) alentar la transición hacia actividades de mayor valor agregado;<br />
b) identificar y aprovechar su ventaja competitiva;<br />
c) reclamar al Gobierno reformas que generen más competencia, más flexibilidad y más emprendimientos.<br />
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La experiencia de los países desarrollados sugiere que la expansión hacia actividades de valor agregado no proviene de un giro hacia actividades totalmente nuevas –como alta tecnología, biotecnología o nanotecnología– sino de una evolución natural de las empresas dentro de negocios existentes.</p>
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<p><strong>Evolución paulatina</strong><br />
Los datos a la vista demuestran que en el punto inicial de desarrollo de un país, las empresas comienzan en los sectores más simples de la industria; luego, con el tiempo, van puliendo y refinando sus habilidades para competir en áreas más rentables. Un ejemplo: en la industria textil y de indumentaria del norte de Italia la mayor parte de la fabricación de ropa ya no se hace en la península porque se ha trasladado a lugares donde los costos laborales son más bajos; y, sin embargo, el nivel de empleo en Italia se ha mantenido estable porque las empresas destinaron más recursos a actividades como diseño de ropa y coordinación de redes globales de producción. <br />
Cuando los Gobiernos no toman las riendas de estas decisiones estratégicas, recomiendan los autores, deben ser las mismas empresas las encargadas de hacerlo.</p>
<p><strong>Ventaja competitiva</strong><br />
India tiene mano de obra educada, Europa oriental también, además de científicos e ingenieros baratos. En India la mano de obra le brinda ventaja competitiva en tecnología informática y en tercerización de procesos. Los países miembros de Asean<em> (Association of South East Asian Nations)</em> tienen un mercado común del tamaño de Europa, lo cual les permite ofrecer a los inversores extranjeros no sólo exportaciones baratas sino también un enorme mercado interno; Brasil e India, un mercado interno gigantesco. México tiene una ventaja inigualable: está ubicado junto al mercado consumidor más grande del mundo. Esa circunstancia lo convierte en el lugar ideal para diseñar y producir aquellos artículos donde la proximidad con el usuario final es un elemento importante.</p>
<p><strong>Impulsar la reforma</strong><br />
Haya o no haya reforma del Gobierno, que cree las condiciones para el desarrollo económico, una empresa debe actuar como catalizador del cambio dentro de su propio sector. Los gerentes de una determinada planta, por ejemplo, deben evaluar la situación competitiva de su ramo y reaccionar mejorando sus operaciones. Algunas empresas mexicanas han demostrado que pueden competir produciendo bienes más lucrativos y también modificar su producción hacia bienes más avanzados y lucrativos para el mercado estadounidense.<br />
Lo hicieron luego de estudiar deliberadamente el mercado estadounidense, de calcular los niveles necesarios de desempeño y las áreas donde sus menores costos laborales podrían crear una ventaja.<br />
Todos estos temas en los países ricos son analizados por los Gobiernos. Allí donde no lo hagan los Gobiernos, estas cuestiones –análisis del mercado internacional, detección de ventaja competitiva y promoción de reforma– deben integrar la agenda del gerente.</p>
El sector privado y las decisiones estratégicas
Hay medidas de desarrollo económico que en países ricos son tomadas por los Gobiernos. En donde eso no ocurre, a veces el rumbo estratégico es decidido por las empresas. Siempre hay maneras de competir. Ningún país retiene por siempre su condición de productor de bajo costo.