<p>El mejor formador de un equipo es el propio directivo. La formación no es un evento aislado, sino un proceso continuo. Y este proceso continuo solo puede mantenerse si el directivo está involucrado. Es necesario que las actividades formativas sean compatibles con una agenda llena pero, sobre todo, para que la formación dé sus frutos hay que darle su tiempo para que las personas la apliquen y se convierta en un hábito.</p>
<p>En cuanto a contenidos, deberían ser los adecuados para que los directivos que deseen generar alto rendimiento tengan las siguientes características:</p>
<p>- Eficacia. O sea capacidad para saber lo que hay que hacer y convencer a los demás de que así lo vean.</p>
<p>- Conducta. Debe tener una cuidada manera de actuar.</p>
<p>- Apertura. Un líder considerar las opiniones de los demás y, de creerlo oportuno, adoptarlas. <br />
– Capacidad para el estímulo. Todavía más importante que sus actos es el estímulo que genera.</p>
<p>El líder eficaz consigue que sus colaboradores se interesen por su trabajo y aporten sus ideas. Tal vez la mayor pérdida de nuestra sociedad no es el despilfarro de los recursos que nos ofrece la naturaleza sino el despilfarro y desprecio de los recursos humanos.</p>
Un buen líder debe generar buen rendimiento
Lo más importante en un líder es el estímulo que instila en sus empleados, pues es un pecado no aprovechar adecuadamente los recursos humanos.