<p>En el caso de Nokia, es jugárselas a todo o nada. Esta semana lanzará, en conjunto con Microsoft, un nuevo dispositivo que podría devolverle su antigua gloria o empujarlo a lo más hondo del pantano. Es su última jugada para hacerse con un teléfono inteligente touch exitoso, al estilo iPhone, ya que sus teléfonos con teclados físicos están perdiendo porciones cada vez más grandes del mercado. Para Microsoft esta apuesta también es importante: podría perder su reputación si no se mueve con la rapidez que han demostrado otras compañías y apuesta por dispositivos de mano, en vez de computadoras de escritorio.</p>
<p>El lanzamiento ocurrirá en una semana caliente. Motorola lanzará un dispositivo de alta definición, el primero de la era Google y se espera que Apple, por su parte, anuncie el iPhone 5 la semana que viene en una gran presentación al estilo Steve Jobs. Samsung hizo lo suyo la semana pasada cuando presentó el Galaxy Note II en Berlín.</p>
<p>Capturar al consumidor es el premio grande y todos se lo están disputando. La competencia se da en un momento particular de la industria en el que los teléfonos inteligentes y las tabletas están desplazando, cada vez más, a las computadoras personales. Con conexiones cada vez más rápidas, teléfonos cada vez más fáciles de usar y redes cada vez más sofisticadas, la era de los móviles ya ha comenzado.</p>
<p>Como demostraron Apple y Samsung con su batalla legal sobre patentes, las empresas están invirtiendo muchos recursos en asegurar que su originalidad y su innovación no estén siendo usadas para las ganancias de otros. En un mercado lleno de jugadores es normal que se quieran encontrar ventajas competitivas por donde sea.</p>
<p>Pero inclusive dentro del mismo mercado, vale delimitar dos campos de batalla. Por un lado están las empresas como Nokia, Samsung y HTC que se especializan en hardware exclusivamente. Por otro lado, están las de software como Google y Microsoft, que hacen dinero vendiendo licencias. Apple es el único que tiene las riendas sobre los dos. Las alianzas entre los dos terrenos se han vuelto moneda corriente para contrarrestar los efectos de los otros. Nokia y Microsoft son solo un ejemplo; Google ya hizo lo suyo con Samsung.</p>
<p>Aunque se espera que las ventas de teléfonos rompan otro récord, pocos modelos llegarán a las listas de los más vendidos. Inclusive si Nokia logra un teléfono exitoso, es posible que el nuevo iPhone y el Galaxy S III de Samsung sigan dominando las ventas. En software, Android seguirá siendo la opción más popular: serán 392 millones de teléfonos con Android en 2012 en comparación con 143 de iOS según la consultora Gartner. La carta sorpresa la tendrá Microsoft que hoy tiene una porción relativamente pequeña del mercado – 26 millones de teléfonos- pero que espera un crecimiento a 85 millones el año que viene. Para lograrlo apuesta a Nokia aunque también espera concretar alianzas con otros fabricantes asiáticos como LG, Huawei y ZTE.</p>
<p>La caída de Samsung en los tribunales podría ayudar a Microsoft, poniendo la atención de los consumidores en dispositivos alternativos. Además, los vendedores tal vez no quieran invertir en productos que pronto tengan que retirar de circulación por las restricciones que se esperan que Apple pida para la venta de algunos dispositivos.</p>
<p>Aunque Nokia y Microsoft todavía tienen una oportunidad de darle un mordisco a la manzana, no quedan muchas esperanzas para Research In Motion (RIM), la empresa fabricante de BlackBerry. Aunque se esperaba que con su nuevo sistema operativo pudiesen actualizar algunas de las características más demandas por los usuarios, las demoras en su lanzamiento han hecho sufrir esta estrategia.</p>
<p> </p>
La esperanza de Nokia y Microsoft
Esta semana las dos empresas lanzarán al mercado un teléfono que, esperan, pueda competir en hardware y software con los líderes del mercado: Google y Samsung, por un lado, y Apple, por el otro.