viernes, 22 de noviembre de 2024

Sorpresa con el Premio Nobel de Economía

spot_img

Si bien no había favoritos claros, dos nombres circulaban como probables ganadores: Oliver Blanchard, ex economista jefe del FMI y Paul Romer, el nuevo economista jefe del Banco Mundial. Pero no fue ninguno de los dos.
 

La Real Academia de Ciencias de Suecia y el Banco de suecia eligieron, en cambio,  a dos profesores de ciencias económicas:Oliver Hart y Bengt Holmström, por sus aportes a la Teoría de los Contratos, que analiza cómo se elabora un contrato y todos los elementos que hay que tener en cuenta a la hora de elaborarlo para no sufrir efectos adversos más tarde. Hart es profesor en la Universidad de Harvard, mientras que Holmström trabaja en el Instituto Tecnológico de Massachusetts

La Academia subrayó la importancia de las herramientas teóricas creadas por ambos para comprender el efecto real de los acuerdos laborales y las retribuciones de las compañías e instituciones, así como los riesgos posibles en el diseño de los contratos.

 

Son dos los premios que han recibido ambos académicos. Uno de la Academia Sueca de Ciencias es el Premio Nobel auténtico que otorga US$ 925.000; el otro, del Banco de Suecia, también es otorgado en nombre de Alfred Nobel y por eso es conocido erróneamente como Premio Nobel de Economía; es un galardón establecido en 1968 por el banco central y otorga 10 millones de coronas suecas, aproximadamente un millón de euros.

 

El trabajo de Hart y Holmström no prescribe lo que debe ser un buen contrato porque eso depende de las circunstancias, pero ayuda a las partes a pensar con claridad sobre los problemas más importantes en el diseño. Algunos contratos son fáciles de redactar, pero hay casos donde es difícil controlar si las personas han respetado su parte del acuerdo o donde es difícil especificar todo lo que puede ocurrir en el futuro el trabajo da consejos prácticos sobre cómo lograr el mejor resultado para ambas partes y cómo evitar las trampas más comunes en el diseño de un contrato.

 

La teoría del contrato ha sido muy importante para entender el diseño de los bonos por desempeño, y también para entender por qué las empresas de la “gig economy” (la economía del “laburito”, o un sistema donde el trabajo temporario es muy común y las organizaciones contratan a trabajadores independientes proyectos de corto plazo) pueden imponer contratos rígidos, o para entender por qué el Departamento de Justicia de Estados Unidos decidió dejar de usar contratistas privados en el sistema carcelario.

Hart, nacido en Londres en 1948 pero nacionalizado estadounidense, ha dedicado buena parte de su vida académica a la teoría contractual y de los contractos incompletos, cuyas aplicaciones prácticas abarcan las fusiones empresariales, la financiación y el equilibrio entre la economía pública y privada.

Holmström, finlandés, se ha dedicado a estudiar el fenómeno de las retribuciones por rendimiento, deducciones y copagos y la privatización de actividades propias del sector público, como las prisiones y escuelas.

 

 

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO