Según el último informe de la consultora DIN, que dirige Marcelo Elizondo, ya en 2010 en nuestro país las exportaciones de bienes yserviciosrepresentaban 18,8% del PBI. Y en 2011 equivalieron al 18,3% del PBI, pero en 2012 ya bajaron al 16,2%, en 2013 cayeron al 14,6% del PBI, y en 2014 descendieron aún más, al 14,3%.
Este proceso de descenso acompañó a uno similar en las importaciones. Mientras en 2010 equivalían al 16% del PBI, y en 2011 se elevaron al 16,7%, ya en 2012 bajaron a 16,5%, mientras en 2013 fueron iguales al 14,7% , en 2014 al 13,9%, y en 2015bajaron a solo 11,9% del PBI.
La Argentina, así ha reducido su participación en el comercio mundial de modo alarmante. Las dificultades referidas a la competitividad han generado un proceso de reducción de la participación relativa de Argentina en el comercio mundial gradual pero constante en los últimos años.
Un primer ámbito de comparación es el del continente americano.
Si se comparan las exportaciones y las importaciones con el PBI en Argentina, y en todos los países de las Américas (Sudamérica, Centroamérica, el Caribe y Norteamérica), el nuestro es el país con peores ratios.
Comparación a escala mundial
La Argentina, además, es un país extremadamente desvinculado de todo el mundo por la vía del comercio en general y comparándose con todos los países de los cuales se tiene información en el planeta.
La siguiente lista exhibe datos del BM, con la relación de las exportaciones y de las importaciones con el PBI en las diversas regiones en el mundo, y en el planeta todo, y lo compara con los datos de Argentina.
Según datos del Banco Mundial, de entre casi 150 países medidos en el último registro anual (2015) en sus estudios regulares, hay solo 8 países en el mundo que tienen un ratio de exportaciones comparadas con el PBI más bajo que el de Argentina.Ellos son Sudan, Burundi, Afganistán, República Centroafricana, Sudan del Sur, Etiopia, Paquistán y Kiribati. Solo esos países tienen peor ratio exportaciones/PBI en el mundo que Argentina.
Es claro que los países referidos son incomparables con Argentina desde el punto de vista político, económico, institucional, cultural, y de nivel de desarrollo. Por ende la posición de Argentina es paupérrima en este respecto.
Pero peor aún es la realidad si se analiza el ratio importaciones/PBI. En este análisis, Argentina ocupa el lugar de menor nivel de importaciones -comparadas con su economía- del mundo, en todos los casos medidos por el BM en el planeta.
Por ende, Argentina es -considerando exportaciones e importaciones (junto a Sudan y Afganistán)- el país más cerrado del mundo (importaciones más exportaciones comparadas con el PBI) y es definitivamente el más aislado del mundo si se miden solo importaciones comparadas con PBI.
Sudan es el de segundo peor registro en el mundo y el tercero es Brasil, lo que a la vez califica al Mercosur como bloque cerrado.
La cerrazón argentina tiene distintas implicancias.
En primer lugar es efecto de políticas que han desalentado, prohibido en algunos casos, y desincentivado la relación productiva con el mundo.
Pero a la vez (y en un círculo vicioso) es causa de los problemas de competitividad y productividad que han hecho que como reacción a la dificultad de las políticas, en no pocas ocasiones se haya reaccionado ante esos problemas de productividad atacando sus efectos y aumentando el aislamiento. Y no corrigiendo sus causas.
La desvinculación comercial, además, es productiva en general. En el mundo actual, existe un proceso que relaciona la inversión internacional (receptiva y emisiva), el intercambio internacional de conocimiento, la ejecución transfronteriza sistémica y vinculada de prácticas basadas en el capital intelectual, las alianzas entre empresas más allá de los países, la inversión consensuada entre eslabones de cadenas internacionales de producción y comercio y, luego, y como efecto de todo esto, el comercio transfronterizo.
