Arabia Saudita, que lidera con Rusia el cartel ampliado de OPEP+, recortó otro millón de barriles diarios del mercado global desde julio, en lo que originalmente se calificó como medida temporal.
Sin embargo, tras haber prorrogado el recorte hasta finales de septiembre, los medios de comunicación estatales saudíes informaron de que el reino mantendría su reducción de 1 millón de b/d hasta finales de diciembre, citando al Ministerio de Energía.
Rusia ha sumado sus propios recortes voluntarios de las exportaciones en los últimos meses, con el viceprimer ministro Alexander Novak añadió el martes que la reducción de 300.000 B/d de las exportaciones se mantendría hasta finales de año.
Las medidas, que amenazan con reavivar el problema inflacionario a escala mundial, es el último esfuerzo de dos de los mayores productores de petróleo del mundo por impulsar los precios a pesar de que gran parte del mundo ya está lidiando con costos energéticos más elevados.
Probablemente la medida aumente las tensiones con la Casa Blanca. En Estados Unidos, el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan dijo después del anuncio de Arabia Saudita, que el presidente Biden busca hacer todo lo posible para mantener los precios bajos para los consumidores estadounidenses.