El 25 % de las emisiones globales de gases del efecto invernadero son causadas por la cadena de valor de los alimentos.
El aumento de precios por la inflación ha afectado los productos de origen animal. Durante la pandemia, las proteínas alternativas tuvieron un aumento sin precedentes en las ventas. Así mismo, las preocupaciones mundiales sobre la seguridad alimentaria y el impacto climático han impulsado aún más este desarrollo. Este es uno de los principales hallazgos del reporte ‘The Untapped Climate Opportunity in Alternative Proteins’ de Boston Consulting Group (BCG) y Blue Horizon.
El reporte presenta los resultados de una encuesta realizada a más de 3.700 consumidores en siete países (China, Francia, Alemania, España, los Emiratos Árabes Unidos, el Reino Unido y los Estados Unidos) sobre sus razones para probar proteínas alternativas. Las tres cuartas partes de los encuestados mencionaron que su principal motivación para consumir proteínas alternativas es una dieta más saludable.
Por otro lado, más del 30 % de los consumidores afirma que cambiarían completamente sus dietas a proteínas alternativas si creyeran que hacerlo tendría un impacto positivo en el cambio climático.
Según la encuesta, los consumidores ven las proteínas alternativas de forma positiva: el 76 % de los encuestados conoce este mercado y aproximadamente nueve de cada diez dijeron que les gustan al menos algunos de estos productos.
“Hay cambios evidentes por parte de los consumidores respecto al consumo consciente de alimentos, y esto se debe en gran medida a que creen que esto tiene un impacto climático”, asegura Cristián Carafí, Managing Director & Partner de BCG. “Los consumidores desempeñan un rol clave en el impulso de esta transición y por esto es de suma importancia que conozcan como la inserción de proteínas vegetales en el mercado ahorraría 0,85 gigatoneladas de emisiones para el 2035”, agrega.
Casi una de cada tres personas en todo el mundo no cuenta con seguridad alimentaria. Además, el impacto de las crisis geopolíticas, afectan a las cadenas de suministro y, aumenta los precios de los alimentos. El poder alejarse de las proteínas de origen animal conducirá a cadenas de suministro más cortas, más resistentes y potencialmente más locales. Las proteínas alternativas pueden eliminar el riesgo de interrupciones en la cadena de suministro y desempeñar un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático.
Bjoern Witte, CEO de Blue Horizon, agregó: “Los productos que los consumidores ven hoy en los estantes serán seguidos por una ola de proteínas alternativas más limpias, saludables y sabrosas, a medida que la tecnología permite una mayor innovación. Si alcanzamos una penetración de mercado del 11% para 2035, que es nuestro objetivo, podríamos ahorrar más emisiones de carbono que descarbonizando el 95% del sector de la aviación. El impacto positivo es absolutamente masivo y los impulsores nunca han sido más fuertes: ahora es el momento de invertir”.
Además, el capital invertido en proteínas alternativas aumentó a una tasa anual del 124 %, de mil millones de dólares en 2019 a cinco mil millones de dólares en 2021, con inversiones en empresas de fermentación. La inversión en proteínas alternativas es cada vez más global.
Por último, el informe evidencia que las inversiones en proteínas de origen vegetal son más eficientes en CAPEX con respecto a las reducciones de emisiones de dióxido de carbono y metano que en cualquier otra industria. Además, el cambio a proteínas alternativas puede ser la solución más eficiente en capital y de alto impacto para abordar la crisis climática.