El gobernador (51 años) y su acólito (46) declaraban este martes ante un juez federal de Chicago, informó el fiscal Patrick Fitzgerald. La guerra empezó cuando Blagojevich y Harris intentaron trabar asistencia estadual a Tribune Co., editora del “Chicago Tribune” y “Los Ángeles Times”, al borde de la bancarrota.
Las presiones de los hoy procesados se relacionaban con la venta del estadio Wrigley, propiedad de Tribune Co. Casi al mismo tiempo, ambos funcionarios exigieron el despido de miembros de la redacción, críticos del gobernador.
“El tufo a corrupción y patoterismo que revela esta causa es asombroso”, sostuvo Fitzgerald. “Blagojevich puso en remate la banca de un senador nacional al mejor postor y se involucró personalmente en la puja y las propuestas financieras. A esto se agregan intentos torpes para silenciar comentarios críticos a su gestión”.
Acusados de conspirar con vistas a fraude por correo e internet y pedir sobornos, el gobernador y su asistente arriesgan veinte años por fraude y diez por coima. La oficina del mandatario no quiso hablar del escándalo.
El gobernador (51 años) y su acólito (46) declaraban este martes ante un juez federal de Chicago, informó el fiscal Patrick Fitzgerald. La guerra empezó cuando Blagojevich y Harris intentaron trabar asistencia estadual a Tribune Co., editora del “Chicago Tribune” y “Los Ángeles Times”, al borde de la bancarrota.
<p>Las presiones de los hoy procesados se relacionaban con la venta del estadio Wrigley, propiedad de Tribune Co. Casi al mismo tiempo, ambos funcionarios exigieron el despido de miembros de la redacción, críticos del gobernador.</p>
<p>“El tufo a corrupción y patoterismo que revela esta causa es asombroso”, sostuvo Fitzgerald. “Blagojevich puso en remate la banca de un senador nacional al mejor postor y se involucró personalmente en la puja y las propuestas financieras. A esto se agregan intentos torpes para silenciar comentarios críticos a su gestión”.</p>
<p>Acusados de conspirar con vistas a fraude por correo e internet y pedir sobornos, el gobernador y su asistente arriesgan veinte años por fraude y diez por coima. La oficina del mandatario no quiso hablar del escándalo.</p>
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